La reivindicación de los herederos de Batasuna es más inmediata: el acercamiento de los presos etarras a cárceles del País Vasco. En palabras de su coordinador general, Arnaldo Otegi: «Sacar la política penitenciaria de la venganza». Iglesias, cuestionado sobre si había tocado este asunto en su reunión con los portavoces de Bildu, amagó con el silencio: «Hay cuestiones sobre las que prefiero ser discreto», dijo, pero inmediatamente después evidenció que su postura al respecto es «muy clara».
Cs, freno a las «locuras» de UP
A pesar del revuelo montado porque Iglesias y Calvo abrieran rondas de entrevistas con otras formaciones políticas de forma paralela, como si fuese una nueva señal de erosión dentro de la coalición, cada vez cobra más peso la tesis de que Sánchez les encargase a cada uno de ellos atraer a las fuerzas con las que guardan mejor sintonía. La vicepresidenta primera se sentó ayer con la formación que lidera Inés Arrimadas en una reunión en la que pudo constatar la predisposición de Cs a negociar unas cuentas «moderadas», siempre y cuando no estén en el mismo barco ERC y EH Bildu. La líder del partido naranja defendió en la Cope que Cs es una garantía para ejercer de freno a «muchas de las locuras» de Iglesias, de ahí el interés de este por dejarlos fuera.