El ex número dos de Interior dice que la «alineación» de Trapero con el Govern era «total» en el 1-O

La Voz REDACCIÓN

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José Antonio Nieto afirma que los Mossos no tenían interés en cumplir órdenes judiciales

04 mar 2019 . Actualizado a las 17:40 h.

El tribunal que juzga el «procés» en el Tribunal Supremo ha comenzado el lunes, pasadas las diez de la mañana, la cuarta semana de vista oral con la declaración del secretario de Estado de Seguridad durante el 1-O, José Antonio Nieto.

Nieto fue el autor de la instrucción dirigida a las fuerzas de seguridad en la que se plasmó la orden de la jueza del Juzgado de Instrucción número 13 de Barcelona de impedir la celebración del referendo ilegal.

Durante su testifical en el juicio del «procés», el que fuese número dos del Ministerio del Interior ha denunciado que el 1-O se encontraron con el «peor escenario previsto», con situaciones de «violencia» contra la Policía y la Guardia Civil en muchos puntos de votación y a la inacción de los Mossos. «Los Mossos no actuaban», ha insistido Nieto, que ha apuntado que los cuerpos de seguridad se encontraron con el «nivel de resistencia mayor» que se había previsto por parte de los favorables al referendo: «La resistencia podía ser pacífica, pero la que sufrimos fue muy intensa en algunos colegios, llegando a situaciones de violencia en muchos de ellos». 

Nieto ha admitido que ese día «hubo empleo de la fuerza» por parte de Policía y Guardia Civil «y evidentemente en algunos sitios de una forma llamativa» pero, ha precisado, solo para conseguir un objetivo: el repliegue de las personas que se concentraban frente a los colegios, y que «técnicamente» no se produjo ninguna carga.

A preguntas del fiscal, Nieto explicó como se acordó el dispositivo que se envió a Cataluña, unos seis mil agentes, una decisión se toma después de aprobarse las leyes de desconexión. «Quien propone la decisión soy yo, a partir de los análisis de la Guardia Givil y Policía Nacional. Analizamos el número de efectivos que podemos desplazar. Fui asumiendo esa responsabilidad con el apoyo del ministro del Interior». La decisión se toma fundamentalmente tras la decisión del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña para evitar el referendo.

El exnúmero 2 de Interior José Antonio Nieto ha afirmado que el 20-S hubo «mucha preocupación» por la seguridad de los guardias civiles y de los miembros de la comisión judicial que participaron en el registro de la Consejería de Economía y ha situado a los CDR tras unas protestas «organizadas».  

Mínimo interés para coordinarse

Nieto continuó con su relato afirmando que la cúpula de los Mossos d'Esquadra «no tenía el más mínimo interés» en coordinarse con la fuerzas y cuerpos de Seguridad del Estado ni en cumplir las instrucciones judiciales. En su opinión, «la actitud de la dirección de los Mossos fue muy reacia a formar parte de esa coordinación y ejercerla realmente».

«Se dio la vuelta a la realidad»

El ex secretario de Estado de Seguridad reconoció que los independentistas lograron dar la vuelta al relato de la realidad. «Se llegó a que la noticia fuese que el perro muerde al hombre y no que el hombre muerde al perro», ha lamentado el exsecretario de Estado de Seguridad en su declaración como testigo en el juicio del desafío secesionista, donde ha defendido la actuación «ejemplar» de la Policía y Guardia Civil.

«El uso de la fuerza fue el mínimo imprescindible», ha recalcado Nieto, quien ha apuntado que los impulsores del «procés» diseñaron una estrategia que «funcionó» en lo mediático, en «el relato que puso en marcha ese movimiento independentista».

Trapero, en total sintonía con Puigdemont

José Antonio Nieto ha afirmado que la «alineación» del mayor Josep Lluis Trapero con el Gobierno catalán era «total», aunque confiaron en que los demás mandos de los Mossos d'Esquadra no darían la «espalda» a la orden de impedir el 1-O, aunque «desgraciadamente no fue así».

En plazas o calles

José Antonio Nieto también ha revelado en el juicio del desafío secesionista que el Gobierno planteó al Gobierno de Puigdemont que el 1-O se pudiera votar «en plazas o lugares abiertos» donde no se vulnerara la orden judicial de impedirlo, pero «no hubo ni el más mínimo gesto de cesión». Según el exsecretario de Estado, el Gobierno planteó que «si se trataba de evidenciar capacidad e movilización del independentismo», ello «no se iba a evitar», pero lo que no se podía aceptar es que se celebrara «un acto expresamente prohibido, suspendido por el Tribunal Constitucional y luego declarado ilegal».

| EFE
Ballesteros

Torrent manifiesta que «hubiese hecho exactamente lo mismo» que Forcadell

La sesión de la tarde del juicio por el desafío secesionista se ha iniciado con la declaración de presidente del Parlamento catalán, Roger Torrent, quien ha denunciado en el Supremo que once de los doce acusados en el juicio a la cúpula del «procés» son o han sido diputados, lo que supone una «grave distorsión» para la Cámara, y ha mostrado su preocupación porque Vox les acuse desde la extrema derecha.

También ha señalado que ninguno de sus antecesores ha censurado las propuestas parlamentarias y que, por ese motivo, él hubiese actuado «exactamente» igual que la expresidenta Carme Forcadell, quien, en su opinión,  «no podía hacer otra cosa, ya que «no era nada votado, no era una ley».