Multa de 30.000 euros por usar información privilegiada

G. B. MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

EUROPA PRESS

28 nov 2018 . Actualizado a las 08:01 h.

¿Qué ha hecho Borrell para que le pongan una multa de 30.000 euros? La sanción responde a una infracción muy grave de la Ley del Mercado de Valores. El ahora ministro vendió el 24 de noviembre del 2015 un paquete de 10.000 acciones de la empresa Abengoa, de la que era consejero, por un importe total de 9.030 euros. Borrell disponía de información privilegiada, que no había sido publicada, que hacía prever un desplome del valor de esas acciones. En realidad, ese paquete de 10.000 acciones era solo una parte de la participación que tenía en la compañía, y estaba a nombre de su exmujer Carolina Mayeur. Dos días después de la venta, Abengoa presentó un preconcurso de acreedores y las acciones descendieron un 52,07 % en la primera sesión bursátil y otro 29,72 % en las siguientes dos jornadas. La Comisión Nacional de Mercado de Valores (CNMV), que llevaba investigando el caso desde el año 2017, abrió un expediente a Borrell y ya el pasado 27 de septiembre le impuso la multa correspondiente. La sanción es la mínima que contempla la CNMV para este tipo de casos. El texto no deja lugar a dudas de que la venta se hizo «disponiendo de información privilegiada sobre este emisor», en referencia a Abengoa. Cuando fue nombrado ministro de Asuntos Exteriores, tanto Borrell como el propio Sánchez conocían por tanto que pesaba sobre él una sanción muy grave. El ministro ya había reconocido que «no fue adecuado» por «la apariencia de irregularidad que pudo generar» el vender una parte de la cartera de acciones de Abengoa que gestionaba y que consideró «muy, muy pequeña». Aunque insiste en no estar de acuerdo con la sanción, la explicación que ofrece Borrell es que decidió no recurrirla porque para hacerlo tendría que presentar un recurso de alzada contra la ministra de Economía, Nadia Calviño, del Gobierno del que él forma parte, lo que, a su juicio, sería una «situación anómala» que daría lugar a un «conflicto de intereses». Borrell ha preferido mantener el cargo y abonar la multa a recurrir una sanción que, según él mismo afirma, no considera justa.