España ha expulsado en los últimos diez años a casi 90.000 inmigrantes

melchor saiz-pardo MADRID / COLPISA

ESPAÑA

Carlos Diaz | EFE

La tercera parte de los deportados son marroquíes, seguidos de bolivianos, brasileños y colombianos

21 oct 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

España ha expulsado durante la última década (2008-2017) exactamente a 89.490 inmigrantes por infracciones a la ley de extranjería, en la inmensa mayoría por estancia o entrada ilegal, según los últimos datos del Ministerio del Interior enviados al Parlamento. O lo que es lo mismo, cada día de este último decenio han sido deportados 24 inmigrantes sin papeles. De media, un extranjero ha abandonado por la fuerza el país cada hora durante esos dos lustros. Siguiendo con los grandes datos, esos casi 90.000 foráneos devueltos a sus países de origen son solo el 0,18 % de la población extranjera empadronada en España (tanto regular como sin papeles) de acuerdo con los datos del INE del pasado abril.

Pero, más allá de las grandes cifras, los informes estadísticos con los que Interior acaba de responder a una batería de preguntas del senador de Bildu Jon Iñarritu sobre inmigración revelan algunos datos llamativos. España no expulsa de manera homogénea y cada vez deporta a menos extranjeros. Más de la tercera parte de los devueltos a sus países de origen, un total de 31.426, tenían ciudadanía marroquí, que es la nacionalidad con más extracomunitarios presentes en España, con 769.050 empadronados. Sorprende que el segundo país no europeo con mayor presencia en España, China, con 215.748 residentes, apenas cuenta con 857 expulsados en una década, lo que da idea de la dificultad para conseguir la repatriación a este país de sus ciudadanos.

Bolivia es la segunda nacionalidad con más expulsados, con 7.366, seguida de Brasil, un país sin tanta presencia migratoria en España, con 6.286. Colombia, cuya colonia es la tercera extracomunitaria más importante en el país, contabilizó en la última década 5.357 deportados.

Solo un país de la Unión Europea se sitúa entre los que cuentan con más de un millar de expulsados en la última década. Se trata de Rumanía, con 1.669 devueltos a su país, no por estancia o entrada ilegal (pues se trata de ciudadanos comunitarios), sino por otras infracciones contra la ley de extranjería, especialmente condenas por delitos o quebrantamientos de la prohibición de entrada.

Las estadísticas también ponen de manifiesto que España se muestra casi incapaz de repatriar a los subsaharianos que entran en el territorio nacional. Solo los acuerdos con Senegal (adonde fueron devueltos 1.910 simpapeles en diez años) y Nigeria (con 1.838 deportaciones) han sido medianamente efectivos. En esa década han sido expulsados 126 cameruneses, 75 costamarfileños, 7 etíopes, 6 gaboneses, 189 gambianos, 378 ghaneses, 357 malienses, 157 ciudadanos de Guinea-Bisáu, 277 ecuatoguineanos, 30 nigerianos, 341 sierraleoneses, 48 congoleños o 57 liberianos.

El ritmo de expulsiones en esta década no ha sido, ni mucho menos, homogéneo. Y no parece responder tampoco a los cambios de Gobierno. Las estadísticas revelan que las deportaciones de irregulares son cada vez menos y que el año 2017, con únicamente 4.054 expulsiones, fue el de menor cantidad de devoluciones de la década.

Las cifras de los últimos ejercicios contrastan con lo que ocurría hace dos lustros. En el 2008 España expulsó a 10.616 inmigrantes. En el 2009 marcó récord con 13.278 simpapeles repatriados, más de tres veces más que el año pasado. A partir de entonces la caída ha sido continuada, sin excepción en ningún ejercicio, hasta llegar a mínimos históricos durante el 2017.

Diez policías heridos en un intento de fuga en un CIE madrileño

Diez policías resultaron heridos, de los cuales dos fueron hospitalizados, cuando contenían la noche del viernes un intento de fuga en un centro de retención de inmigrantes en Madrid. «Fueron diez los policías heridos, de los cuales ocho resultaron con heridas leves y dos tuvieron que ser trasladados al hospital, uno con una brecha en la cabeza y el otro con una fractura en la mano», señaló el portavoz policial a la agencia AFP.

Varios inmigrantes del centro de internamiento de migrantes (CIE) de Aluche «intentaron fugarse agrediendo a los policías y tuvieron que intervenir unidades especializadas», explicó la misma fuente. Ninguno de los migrantes en este centro, con capacidad para casi 300 personas, logró su objetivo.

Este es el último incidente registrado en una de las siete dependencias del Gobierno donde se recluyen anualmente miles de inmigrantes sin papeles en espera de su deportación que han sido escenario de intentos de fuga, motines o huelgas.

Los CIE son blanco frecuente de críticas de las oenegés, que denuncian retenciones arbitrarias, maltratos físicos o falta de acceso adecuado a tratamientos médicos. Unas críticas a las que se sumó ayer el secretario de organización de Podemos, Pablo Echenique, quien defendió el cierre de los CIE porque considera que se trata más de «cárceles» que de centros de acogida. El dirigente de Podemos ha recordado que el líder de su partido, Pablo Iglesias, invitó al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a visitar un CIE para que comprobara su situación.

España se convirtió este año en el principal receptor europeo de inmigrantes que llegan de modo irregular, con casi 47.500 personas llegadas en lo que va de año, según la Organización Internacional para las Migraciones.

Más de 640.000 detenidos por infracciones de la ley de extranjería

Durante la última década, las fuerzas de seguridad del Estado han detenido por infracciones relacionadas con la Ley sobre Derechos y Libertades de los Extranjeros y su Integración Social (ley de extranjería) un total de 642.646 personas. La inmensa mayoría de los foráneos arrestados lo han sido por estancia irregular. Solo en el 2009, año récord de arrestos, con 103.904 extranjeros, un total de 90.390 simpapeles fueron detenidos por no tener la documentación en regla. La entrada ilegal, o interceptación en fronteras, ha sido el segundo motivo de arresto durante el pasado decenio, aunque en los últimos años ha ido creciendo hasta convertirse en la primera causa durante el 2017. El año pasado fueron arrestados 46.110 inmigrantes, de los que 23.266 lo fueron cuando intentaban entrar en territorio nacional de forma fraudulenta.