Rajoy confirma a Ángel Garrido como sucesor de Cifuentes en Madrid

Francisco Balado Fontenla
fran balado MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

EFE | Juan Carlos Hidalgo

El actual presidente en funciones tiene garantizado el apoyo de C?s en la investidura

08 may 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Ángel Garrido será el encargado de presidir la Comunidad de Madrid hasta el final de la legislatura, en junio del 2019. Finalmente, se cumplieron todos los pronósticos y el actual presidente en funciones se quedará en el cargo. Rajoy le dio ayer el visto bueno. Solo le falta superar el escollo de la investidura, en el que no tendrá ningún problema para reunir el respaldo de la mayoría de la Cámara, una vez garantizado el apoyo de Ciudadanos. El Pleno podría celebrarse a finales de esta semana o a principios de la siguiente, una vez que fije su fecha la presidenta de la Asamblea, Paloma Adrados, que ayer comenzó la ronda de contactos con el resto de las fuerzas parlamentarias.

Lo cierto es que el perfil de Garrido no era el que más convencía en Génova en las horas inmediatas a la dimisión de Cristina Cifuentes, pero a lo largo de estas dos semanas se ha ido consolidando hasta convencer a la dirección. En ello influyeron dos aspectos fundamentales: en primer lugar, su habilidad en el puesto, declarándose un hombre de partido dispuesto a acatar las determinaciones de Rajoy; en segundo lugar, y probablemente más determinante, la falta de competencia interna. Es el menos malo.

Génova tenía las manos atadas, ya que el reglamento ordena que el presidente sea uno de los diputados de la Asamblea, por lo que las opciones reales se reducían a 47 (el PP tiene 48 escaños en Madrid, pero uno continúa siendo el de Cifuentes, aunque no se descarta que también acabe por renunciar a él). Rajoy le había encomendado al coordinador federal popular, Fernando Martínez-Maíllo, la difícil tarea de abrir un proceso de selección para dar con el mejor. Se buscaba que reuniera tres aspectos: garantías de que no arrastrara escándalos ni escondiera sorpresas, que fuera alguien capaz de continuar con la acción y el programa de Gobierno de Cifuentes y, la más difícil, que no estuviera muy marcado por pertenecer de forma clara a ninguna de las dos facciones que hay dentro de la filial madrileña del partido: la afín a Esperanza Aguirre o la que gira en la órbita de Cifuentes. Este último requisito de neutralidad interna Garrido no lo reúne, ya que se trata de uno de los colaboradores más estrechos en los que confiaba la expresidenta; pero ha tenido una pizca de suerte también aquí, ya que todos y cada uno de los demás diputados pertenecen a alguna de estas dos corrientes: «Todo el mundo es de mamá o de papá», resumía la pasada semana una colaboradora del nuevo Ejecutivo.

El relevo «más lógico»

Maíllo fue el encargado de defender este relevo desde los cuarteles generales de Génova, un cambio que argumentó como el más lógico de cara a continuar con la acción de gobierno. De este modo, Maíllo quiso desvincular la renuncia de Cifuentes de cualquier asunto del partido, tratando de circunscribir dicha salida a su esfera privada. «Fue una cuestión puntual y personal, nada tiene que ver con el PP de Madrid», comentó el coordinador general, al tiempo que trasladaba un mensaje de tranquilidad a los madrileños.

Ya confirmado como candidato, Garrido compareció por la tarde en la Asamblea manteniendo el mismo perfil bajo y continuista que hasta la fecha. Allí reconoció que él mismo se había encargado de llamar personalmente a Cifuentes para avanzarle la decisión que había tomado Rajoy.

El histórico Gil Lázaro deja el partido

Ignacio Gil Lázaro, histórico miembro del PP valenciano y diputado en el Congreso (1982-2016), ha decidido darse de baja como militante por no sentirse ya identificado con el partido que preside Rajoy. Según el propio Gil Lázaro, ha tomado esa decisión tras «un largo proceso» que «intelectual y emocionalmente» le ha llevado a esa conclusión. «Ya no me siento identificado con la realidad actual del PP», ha apuntado el también ex secretario primero del Congreso.

Pío García-Escudero acude al rescate del PP madrileño

Como también era previsible, Ángel Garrido podrá dedicarse en cuerpo y alma a gestionar el Gobierno de la Comunidad de Madrid. La famosa bicefalia anunciada por el PP para la región hace unas fechas ha quedado constatada con el nombramiento de Pío García-Escudero como presidente del PP de Madrid. Rajoy recurre a uno de sus hombres de máxima confianza y a una de las figuras más respetadas por todas las corrientes del partido. El actual presidente del Senado se pone a los mandos de la filial popular con la complicada misión de desbrozar un terreno castigado por las corruptelas, los escándalos y las luchas internas, y de tratar de convertirlo en un campo fértil en el que puedan seguir cosechándose triunfos electorales. García-Escudero se quedará al frente del PP regional hasta que se celebren las próximas elecciones autonómicas, un cargo que compaginará con sus obligaciones en la Cámara Alta. Este papel para García-Escudero no es nuevo, ya que regresa como líder del PP de Madrid 14 años después de haberlo dejado tras una década en la que coincidió con Ruiz-Gallardón al frente del Gobierno autonómico.

Como secretario general se situará a Juan Carlos Vera, un viejo fontanero del partido que a buen seguro durante este año largo que queda por delante hasta la cita electoral se recorrerá la provincia de punta a punta en busca de limar asperezas entre las distintas sensibilidades que conforman la complicada familia del PP madrileño.

Sin gestora

Finalmente no habrá gestora. En principio, todo apuntaba a que, tras la dimisión de Cifuentes, Génova optaría por esta fórmula para enderezar el rumbo del PP de Madrid, pero escudriñando los estatutos la cúpula del partido ha logrado implantar un sistema a medio camino que le permite hacerse con la dirección de la filial sin arrasar por completo con las estructuras y organismos.

Este organigrama con García-Escudero y Juan Carlos Vera a la cabeza ya ha sido decidido, pero no será oficial, algo que en realidad no es más que un mero trámite, hasta que sea aprobado en el comité ejecutivo nacional que está convocado para el próximo martes, día 15, coincidiendo con las fiestas de San Isidro.

El presidente de la Comunidad, Ángel Garrido, celebró esta decisión de la cúpula de Génova: «No puede ser más acertado. Es perfecto para la nueva etapa».