PSC y C's abarrotan sus actos centrales en territorio amigo

G. N. REDACCIÓN / LA VOZ

ESPAÑA

ALBERT GEA | Reuters

Rajoy advierte de que si es preciso reeditará el 155 y Turull dice que no tienen más candidato a vicepresidente que Oriol Junqueras

18 dic 2017 . Actualizado a las 07:38 h.

PSC y Ciudadanos abarrotaron ayer sus actos centrales en territorio amigo. La plana mayor socialista -representada por Pedro Sánchez, José Luis Rodríguez Zapatero y Josep Borrell- respaldó a Miquel Iceta en su mitin en el Fórum de Barcelona, que sumó más de 5.000 asistentes confirmando que el centro de congresos se halla en lo que antes era el comienzo del cinturón rojo de la capital (y que hoy cobra tonalidades naranjas). «Nos merecíamos un acto como este para reencontrarnos con la esperanza y el optimismo», incidió el candidato del PSC para confesar su hartazgo de la guerra de banderas, enarbolar la vocación de diálogo y sentenciar: «La alternativa a Puigdemont y Junqueras soy yo». Una sentencia que mereció el refrendo del secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, quien, tras señalar al PSC como la única formación capaz de superar el bloqueo, insistió: «Cataluña pide convivencia, concordia y diálogo, Cataluña necesita la mano izquierda de Iceta». Zapatero tuvo un mensaje para los secesionistas, y en particular para la huida bruselense del expresident cesado por el 155: «Nadie ha considerado ni seria ni admisible la declaración unilateral de independencia. Es el único tema en el que hay una total unanimidad internacional».

Los de C’s -con el apoyo del líder del partido, Albert Rivera- también se trabajaron el área metropolitana barcelonesa con un encuentro multitudinario, el más concurrido de su historia en Cataluña, en L’Hospitalet del Llobregat, en donde apelaron a los orígenes andaluces de una buena parte de la catalanidad. Ante más de cuatro mil personas, Inés Arrimadas, como Iceta, echó mano de los estandartes de la ilusión y la esperanza para ponerse más contundente: «Percibo un hambre de cambio, hambre de que dejen de mentirnos, hambre de acabar de una vez con el procés», dijo para anunciar que su programa de gobierno por lo que apostará será por el progrés. «Van a cambiar más cosas en cuatro años de legislatura [naranja] que en cuarenta años de hegemonía nacionalista», abundó Rivera.

Mariano Rajoy respaldó la candidatura de Xavier García Albiol en Salou, ante menos de mil personas. Allí todo fueron elogios a la intervención autonómica por parte del Gobierno central, «que ha permitido que hoy los catalanes sigamos siendo españoles» e hizo posible «que Puigdemont esté a 1.000 kilómetros de Cataluña», celebró Albiol. Rajoy buscó un enfoque más pedagógico y menos agresivo: «El 155 ha dejado de ser un fantasma jurídico, hoy ya es una realidad, y todos saben lo que no hay que hacer para evitar que se active», dejando ver sutilmente que se volverá a aplicar si se persiste en vulnerar la ley.

Persisten en el bloque soberanista las tensiones entre ERC y los exconvergentes de JxCat, que, por boca del exconseller Jordi Turull, soltaron una auténtica perla sobre esta sorda pugna: «No tenemos otro candidato para vicepresidente que Oriol Junqueras». Este, pese a todo, y una vez más, hizo gala a través de Twitter de su actitud zen: «Somos un solo pueblo y somos buena gente. Ni caso a los provocadores que quieren sembrar el odio y la discordia. Amémonos». Esquerra prefiere no darse por enterado del apoyo de la ANC a Puigdemont y ataca a los constitucionalistas. El papel agresivo de los republicanos lo goza el diputado Gabriel Rufián, que replicó a Borrell como exministro de González, tras su invitación a desinfectar las heridas del procés: «El mejor desinfectante es la cal viva y hay que escuchar siempre a los expertos».

JxCat llevará al fiscal las palabras de Santamaría por una presunta prevaricación

El portavoz de JxCat y número 8 por Barcelona, Eduard Pujol, anunció ayer que llevarán a la Fiscalía las declaraciones de la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, en que dijo que el presidente Mariano Rajoy logró que JxCat y ERC no tengan líderes porque «están descabezados». Pujol acusó a Rajoy de poner y sacar a gente de la prisión: «¿Qué se han creído?», reprochó para advertir que este tipo de hechos ponen en cuestión la separación de poderes.