Feijoo advierte de que no puede haber privilegios para Cataluña en la nueva financiación

ESPAÑA

Javier Lizón

El líder gallego exige unidad al PP para seguir siendo «el partido del sentido común»

12 feb 2017 . Actualizado a las 11:50 h.

«Tenemos que corregir una mala financiación que el PP no apoyó». El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, reiteró hoy, durante su defensa de la ponencia de Economía y Administración Territorial en el congreso nacional del PP, la idea que lleva tiempo sosteniendo: la de que es necesario reformar un sistema de financiación autonómica que fue pactado en exclusiva entre el Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero y la Generalitat de Cataluña. Y que es imprescindible evitar el error que se cometió entonces, que supuso un agravio para el resto de comunidades al aceptar privilegios para Cataluña.

El presidente gallego animó a los suyos a lograr ese objetivo manteniéndose como el «partido del sentido común». «No concibamos España como un puzzle de las voluntades de 17 presidentes. España es el mosaico de los deseos y las necesidades de 46 millones de españoles» que deben tener «los mismos servicios públicos vivan donde vivan” y ser tratados como personas y no como parte de un territorio», afirmó.

Esa idea de Feijoo cobra especial relevancia en un momento en el que el Gobierno se muestra abierto a abrir una negociación política sin límites con la Generalitat a cambio de que renuncie a su deriva soberanista. Para alertar contra cualquier tentación de hacer concesiones económicas a Cataluña a costa del resto de comunidades, Feijoo defendió que es necesario establecer en el nuevo modelo de financiación una mayor equidad y «una mayor simetría en el reparto de derechos y responsabilidades». La solución al problema territorial no se conseguirá, según dijo, mediante el «agravio ficticio» ni por medio de la «sobreactuación de algún líder autonómico» que busca imponer un «agravio» en relación con el resto de españoles. «Toca decir por qué senda avanzará la España de las autonomías», señaló el líder gallego, que se comprometió a que con el nuevo modelo pactado entre todas las autonomías con el Gobierno «no volverá a ser cosa de dos». El PP debe articular, según su tesis, «una política coherente para toda España». Por ello, reclamó unidad a todo el partido. Una llamada especialmente relevante tras la división mostrada en este congreso en torno a la figura de María Dolores de Cospedal.

En el capítulo económico, Feijoo explicó que, tras las elecciones del 2011, las circunstancias obligaron al PP y al Gobierno de Rajoy a ser «obreros de la construcción» para apuntalar lo que consideró «la mejor hazaña colectiva de los españoles: el Estado social y de derecho». El Gobierno tuvo que reconstruir el país, según dijo, sobre los «maltrechos cimientos» que heredó del PSOE. «La política es el arte de lo posible y para lograrlo hay que intentar muchas veces lo imposible», afirmó Feijoo, rememorando una frase de Manuel Fraga. Y, según el presidente de la Xunta, el Gobierno y el PP han «intentado lo imposible» y han logrado hacerlo posible. A partir de ahora, en circunstancias más favorables, a los populares les toca actuar como «el alfarero de lo que nos gustaría que fuera España en los próximos años» con la misión de «dejarle a nuestros hijos una España mejor que la que conocemos hoy».

La clave para conseguirlo es, según afirmó, defender la estabilidad presupuestaria, no vivir por encima de nuestras posibilidades y no avanzar intentando que sean los vecinos los que tapen nuestros agujeros ni gastado sin tener en cuenta los ingresos». En definitiva, señaló, «copiar a los catalanes lo que ellos llaman seny, los gallegos llamamos sentidiño y todos conocemos como sentido común». «Los grandes partidos practican grandes políticas», clamó el presidente gallego, que aseguró que para el PP estas políticas deben ser las de «el diálogo, la serenidad, el equilibrio, la huida del ruido y el ocuparse de las cosas importantes».