No solo los programas causan el bloqueo

Enrique Clemente Navarro
enrique clemente MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

Kiko Huesca | Efe

La distancia personal entre Sánchez e Iglesias y la estrategia electoral también alejan el acuerdo

18 feb 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Pedro Sánchez avanza hacia un pacto insuficiente con Ciudadanos, mientras se aleja cada vez más la posibilidad de llegar a un acuerdo con Podemos. No solo les separa la exigencia insalvable de Pablo Iglesias de celebrar un referendo en Cataluña y su pretensión de ejercer el control absoluto sobre los resortes del Estado, desde el CNI a RTVE a los máximos órganos judiciales, sino también su desencuentro personal y las estrategias electorales de partido.

El factor humano

Crece la tensión entre Iglesias y Sánchez. La distancia y la desconfianza entre Iglesias y Sánchez no es propia de dos dirigentes que quieren pactar. Así quedó claro desde que el líder de Podemos comunicó su ofrecimiento de Gobierno de coalición antes al rey que al principal interesado, exigiendo la vicepresidencia y varias carteras. Sánchez critica su forma de negociar a través de ruedas de prensa y rechaza recibirlo para no hacerle el juego, dejando ver que solo busca la foto. Iglesias reaccionó ayer tildándolo de arrogante y prepotente, justamente lo que piensan los socialistas de él. Por otro lado, la conexión del socialista con Rivera, al que ha alabado en público, es notable. Desde el primer momento el presidente de Ciudadanos se ha mostrado dispuesto a negociar sobre propuestas concretas con los socialistas.

Las estrategias políticas

Preparando unas posibles elecciones. La posibilidad de que haya nuevas elecciones planea sobre los movimientos de los partidos. Sánchez e Iglesias compiten por tener el protagonismo en las negociaciones, aunque este le corresponda al candidato designado por el jefe del Estado. Ambos quieren presentar al otro como responsable si no queda otro camino que ir a las urnas. Los socialistas acusan a Podemos de poner condiciones imposibles para lograr el pacto, mientras la formación morada traslada el mensaje de que Sánchez ha elegido a la derecha. Rivera juega el papel de mediador y facilitador de acuerdos para ocupar el centro político, mientras Mariano Rajoy, fuera del foco, culpa en exclusiva a Sánchez por no aceptar la gran coalición a tres que propone. Es decir, que a la vez que hablan de la formación de Gobierno, los partidos están inmersos en una especie de precampaña electoral, lo que dificulta los acuerdos.

La vicepresidencia

Iglesias quiere el control total. El secretario general de Podemos quiere ostentar una vicepresidencia con más poderes que la actual, no solo mantener el control del CNI, sino también de la lucha contra la corrupción. Los socialistas estiman que es una pretensión desmesurada, ya que le proporcionaría el mando sobre los principales resortes del Estado y desdibujaría el papel del presidente. Además, inciden en que lo primero debe ser hablar de contenidos y lo último repartir los sillones. En contraste con las exigencias personales de Iglesias y de ministerios para su partido, Rivera mantiene que no está dispuesto a entrar en un hipotético Gobierno de Sánchez. En el documento presentado el lunes, Podemos exigía que los magistrados del Tribunal Constitucional, los vocales del Consejo General del Poder Judicial, el fiscal general del Estado, el fiscal anticorrupción, el fiscal del Tribunal de Cuentas y la Abogacía del Estado que sean nombrados se comprometan con «el programa del Gobierno del cambio». Las asociaciones de jueces y fiscales lo han calificado de aberrante y de ataque a la independencia judicial, por lo que la formación morada se vio obligada a introducir matizaciones. Los socialistas denuncian la «involución democrática» que supone la obsesión de Iglesias por controlarlo todo.

Fiscalidad

Ciudadanos se opone a subir impuestos. La política impositiva separa radicalmente a Ciudadanos y Podemos. La formación que lidera Albert Rivera se opone a una subida de los impuestos, mientras el partido morado aboga por aumentarlos con el objetivo de recaudar 28.000 millones. Sánchez advirtió durante la campaña electoral de que «quien diga que va a bajar los impuestos miente descaradamente» si se querían evitar nuevos recortes. El PSOE trata de pactar una posición intermedia con Ciudadanos.

Política económica

Desacuerdo en el aumento del gasto y en el mercado laboral. Podemos propone un aumento del gasto de 96.000 millones de euros. Para Sánchez, esta pretensión genera falsas expectativas. En la misma línea se sitúa Rivera. Los socialistas y Ciudadanos están a favor de retrasar el cumplimiento del déficit exigido por Bruselas al 2017. Iglesias pide dos años más. Un punto en el que PSOE y Ciudadanos no han llegado aún a un acuerdo es el mercado laboral.