Varias asociaciones feministas y de familias critican el gesto de la diputada como perjudicial para las mujeres
14 ene 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Fue la estrella indiscutible de la histórica jornada. El bebé de cinco meses de Carolina Bescansa acaparó todas las miradas e incluso logró un voto, nulo por supuesto, en la elección del presidente del Congreso. La diputada y número tres de Podemos le dio el pecho en varias ocasiones en el hemiciclo y lo llevó consigo las cuatro veces que tuvo que votar. Diego no se quejó ni lloró una sola vez a lo largo de las casi cinco horas que duró la sesión. Pablo Iglesias e Íñigo Errejón tomaron más de una ocasión en brazos al bebé, que recibió las carantoñas de varios diputados de diferentes grupos.
El gesto de Bescansa provocó una gran polémica. Diputadas del PP y del PSOE la criticaron porque esa imagen perjudica a las mujeres españolas, pues no todas pueden llevar a sus hijos a sus trabajos. «A mí, instrumentalizar a los niños con fines políticos me parece lamentable», dijo el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, que le recordó que el Congreso tiene una «magnífica guardería». La vicepresidenta de la Cámara, Celia Villalobos, se acercó a Bescansa para hablar del asunto. «Le he comentado que está la guardería, porque me da pena un niño tan chico, en un sitio cerrado con 400 personas», afirmó.
Visibilizar los problemas
Bescansa defendió la decisión de llevar a su hijo al Congreso para visibilizar los problemas de conciliación familiar y laboral de las madres trabajadoras. Podemos emitió un comunicado ante la polémica suscitada, en el que calificó el gesto de «simbólico» en favor de la «reivindicación de todas las mujeres que tienen que poder conciliar vida familiar y laboral».
Varias asociaciones de mujeres y de familias cuestionaron el gesto de Bescansa y argumentaron que existen otras formas de reivindicar la conciliación familiar y laboral y que lo importante es la corresponsabilidad en el cuidado de los hijos. La presidenta de la Federación de Mujeres Progresistas, Yolanda Besteiro, aseguró que con su gesto lanza un mensaje «contraproducente, muy poco afortunado y que hace mucho daño». Para Besteiro, «fomenta y perpetúa la idea de que seguimos siendo las mujeres las que tenemos que cuidar de nuestros hijos y compatibilizarlo con el trabajo».
«Si realmente Bescansa pretendía convertir lo del miércoles en un acto reivindicativo, hay otras formas y no hace falta hacerse fotos de esa manera», afirmó la directora de la Fundación Mujeres, Marisa Sotelo. «Me hubiera gustado más haber visto a un varón con un niño», dijo Ascensión Iglesias, presidenta de la Unión de Asociaciones de Familias.