El Gobierno, PSOE y Ciudadanos se muestran satisfechos con la sentencia, mientras Podemos insiste en solucionar este tipo de problemas «políticamente»
03 dic 2015 . Actualizado a las 05:00 h.La Generalitat expresó su disposición a desobedecer la sentencia del Tribunal Constitucional y continuar con el proceso soberanista sin darse por aludida. «Mantenemos los efectos políticos de la declaración que aprobó un Parlamento legalmente constituido y con una mayoría absoluta», señaló la vicepresidenta de la Generalitat en funciones, Neus Munté. El candidato de Democràcia i Llibertat, la marca de CDC para las elecciones generales, Francesc Homs, descartó también que el fallo afecte a la hoja de ruta independentista porque es una «cuestión política» y advirtió de que es «un error monstruoso» tratar este asunto a través de tribunales.
Rajoy: «Todos somos iguales»
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, expresó su satisfacción por el hecho de que el Constitucional demuestre con su sentencia que «todos los españoles somos iguales ante la ley y que nadie está por encima de ella». «A la inmensa mayoría de españoles que creemos en la soberanía nacional y en la igualdad de los españoles nos alegra, y mucho», señaló. Mas explícita fue la reacción del ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, quien pidió al presidente de la Generalitat, Artur Mas, que dimita por «dignidad personal y política». «No sé a qué espera Mas para irse a su casa, a dar un paso atrás por su bien y, sobre todo, por el de Cataluña y de los catalanes», señaló el ministro, quien añadió que no tiene «ninguna duda» de que la sentencia será acatada por todas las instituciones y respetada «en todos sus términos». El candidato de Ciudadanos, Albert Rivera, no se mostró sorprendido por una sentencia que pretende, según dijo, frenar la «barbaridad jurídica y política» que perseguía que las sentencias del alto tribunal «no tuvieran vigencia en Cataluña y que la ley no se cumpliera».
El líder del PSOE, Pedro Sánchez, exigió a los independentistas que acaten la sentencia sobre una resolución que pretendía «situar a Cataluña fuera de la legalidad» y advirtió a Artur Mas de que «el fin no justifica los medios. Y el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, insistió en que los problemas políticos deben solucionarse «políticamente» y no con «atajos jurídicos».