PP y Ciudadanos contestan a Sánchez que la bandera no borra sus pactos

Enrique Clemente Navarro
enrique clemente MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

benito ordoñez

Le reprochan que utilice la enseña que sus socios retiran de los municipios

23 jun 2015 . Actualizado a las 09:23 h.

La exhibición de una enorme bandera española en el acto de proclamación de Pedro Sánchez como candidato socialista a la Moncloa provocó ayer una gran polémica política. El secretario general explicó que su objetivo era reivindicar que la enseña nacional es tan del PSOE como de los demás partidos y que la siente «como propia, sin exclusiones». Sánchez señaló que «es la bandera que me representa y quiero que siga representando a mis hijas» y «la que trajeron nuestros padres, aquellos que trajeron la democracia a España».

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, señaló que le parece bien que use la bandera quien lo crea conveniente y que su partido lo hace con «normalidad y naturalidad». Pero añadió que eso no supone que la sociedad española vaya a olvidar que Sánchez ha pactado con grupos populistas, extremistas, radicales e incluso independentistas en los ayuntamientos con la única meta de no dejar gobernar al PP, aunque haya sido la lista más votada. Citó el caso de Badalona, donde el PSOE apoyó a una alcaldesa de la CUP, «un partido radical, extremista e independentista».

Varios dirigentes del PP también denunciaron lo que consideran contradicción de Sánchez. La vicesecretaria de Estudios y Programas del PP, Andrea Levy, le criticó porque mientras hace su discurso frente a una bandera española «le da la alcaldía de Badalona a una señora de la CUP, la Bildu de Cataluña, que quitó la bandera de España y puso la estelada». Más comprensivo fue el ministro de Justicia, Rafael Catalá, quien dijo que es «muy saludable y recomendable» que los partidos hagan uso de la bandera.

El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, echó en cara a Sánchez que mientras exhibe la bandera pacte con partidos como Compromís o ERC, que defienden la retirada de las instituciones de una enseña que tampoco asume el PSC. Señaló, además, que los símbolos nacionales hay que utilizarlos con normalidad» pero, sobre todo «defender lo que representan». Recordó que durante ocho años y medio en Cataluña ha aguantado críticas por utilizar esa bandera en su logotipo, junto a la catalana, o por hablar castellano en el parlamento que provenían también del PSC.

Posiciones contradictorias

El secretario de Política de Podemos, Íñigo Errejón, advirtió al PSOE de que no se puede estar «a la vez en dos posiciones contradictoras», es decir, que o está «decididamente por el cambio» o «compitiendo por el tamaño de las banderas con el PP». Aseguró que «los problemas de España y la necesidad de cambio no se agotan con ocurrencias de márketing importado de otros contextos o países» y que «defender un país no es decirlo más veces o poner muy grande la bandera»,

En el PSOE también ha causado sorpresa la exhibición de la bandera. La presidenta andaluza, Susana Díaz, se apresuró a dejar claro que fue una decisión personal de Sánchez y se limitó a decir que «demasiadas veces las banderas las han utilizado unos contra otros», y aunque «nos unen como otros símbolos, por encima de todo nos une la Constitución». El primer secretario del PSC, Miquel Iceta, dijo que le parece bien lo que hizo Sánchez, aunque añadió que la parte de la bandera que más le gusta a él es «el escudo constitucional», que es «el símbolo más federal» de los que tiene España.