Felipe González pide que se abra un «espacio de diálogo» en Venezuela  

Efe

ESPAÑA

BENITO ORDOÑEZ

Después de cancelar su viaje a Caracas, el expresidente considera que el gobierno y la oposición venezolanas tienen que establecer unas regas claras sobre las libertades políticas

16 may 2015 . Actualizado a las 20:28 h.

El expresidente del Gobierno español, Felipe González, ha pedido que se abra un «espacio de diálogo» entre el Gobierno y la oposición venezolana en el terreno de «las libertades políticas, de prensa y de participación electoral» con el objetivo de superar la «grave crisis» que sufren sus ciudadanos.

En un comunicado difundido este sábado, después de que el viernes suspendiera su viaje a Caracas para asesorar a la defensa de dos opositores encarcelados, cuyo juicio se ha aplazado, González cree que en Venezuela se tienen que establecer unas «reglas claras» sobre esas libertades para acabar con la crisis y el desabastecimiento.

La iniciativa de González para defender a los opositores fue respaldada a finales de abril por 26 exmandatarios miembros del Club de Madrid, entre los que se encuentran los expresidentes de Brasil Fernando Henrique Cardoso; de Chile Ricardo Lagos y de Colombia Andrés Pastrana.

González explica hoy que tanto él como estos exdirigentes están preocupados por la situación de Venezuela y dispuestos a ayudar en un posible proceso de diálogo

«Las autoridades venezolanas descalifican estas actuaciones, que se mueven en el más estricto respeto a las normas constitucionales de Venezuela, su ordenamiento jurídico y las normas internacionales que nos obligan a todos», afirma el expresidente español acerca de la labor del Club de Madrid.

González recuerda que comunicó a las autoridades venezolanas, a través del embajador español en Caracas, su intención de visitar el país, y reitera su intención de ir cuando se fije nueva fecha del juicio contra los opositores Leopoldo López y Antonio Ledezma.

En la nota reproduce la carta que en su día le envió al embajador y la respuesta de las autoridades venezolanas, que le avisaban, según los párrafos enviados hoy por González, de que no lo consideraban «bienvenido».

También le decían que quedaban «bajo su absoluta responsabilidad» las acciones que realizara en Venezuela, las cuales, añadía la carta del Gobierno venezolano, «sin duda, pueden calificarse como un evidente acto inamistoso que buscan generar una matriz de opinión contraria al país».