Algo más que la novia de Pablo Iglesias

ESPAÑA

Tania Sánchez, de IU, no sería tan conocida sin su relación sentimental. Pero la popularidad también puede pasar factura

30 nov 2014 . Actualizado a las 17:39 h.

Dice esa frase tan gastada que detrás de un gran hombre siempre hay una gran mujer. Pero, ¿y si esa gran mujer no quisiera estar detrás? ¿Y si quisiera estar al mismo nivel que ese gran nombre? E incluso dar un paso adelante y querer presidir una comunidad. No sabemos todavía si Pablo Iglesias es o será uno de ellos, pero sí que su pareja, Tania Sánchez Melero (Madrid, 1979), está cansada de figurar como su mera acompañante.

El líder de Podemos explotó esta semana en Estrasburgo cuando una periodista le preguntó por ella. Pablo Iglesias le espetó: «Eso es machista». El secretario general de la formación en ciernes que aspira a gobernar el país también se mostró extrañado porque siendo de Podemos le reclamaran una respuesta sobre un asunto que salpica a Izquierda Unida. Para Tania Sánchez, que la atosiguen con Iglesias, es su pan de cada día.

No es la diputada de Izquierda Unida en la Asamblea de Madrid, ni la candidata que este domingo lucha por liderar el partido en la comunidad. Es «la novia de». O también «la mujer que enamoró al líder de Podemos», «La ?hembra alfa? de Pablo Iglesias» o su «compañera sentimental», como apareció en el rótulo de una información del Canal 24 Horas en el que se debería especificar su cargo político. Un «error» de un redactor, según la cadena pública. La política expresó su malestar hace unos días en su cuenta de Twitter: «¿Algún medio podrá entrevistarme sin un titular que mencione a Pablo Iglesias?». A pesar de los más de 1.400 retweets que tuvo, todo siguió igual.

DOS EN POLÍTICA

Ser dos en política, de partidos diferentes y además liderar procesos paralelos para hacerse con las riendas de sus respectivas formaciones no es lo más habitual. En España esta combinación es tan inusual como la carrera meteórica de Podemos, como el temor de los partidos tradicionales de verse desplazados y como el trato dispensado a la diputada.

Desde que el partido heredero del movimiento de los indignados irrumpió en las europeas y se hizo con 1.200.000 millones de votos, para Tania Sánchez, que empezaba a ser conocida más allá de Madrid por sus apariciones en varias tertulias televisivas, mantener el equilibrio ha sido complicado. Al principio, que se la asociara con el responsable de este tsunami político incluso pudo beneficiarla. Las búsquedas en Google no mienten. Desde mayo las personas que teclean su nombre en el buscador se han disparado. El problema es, ¿por qué lo hacen? ¿Para saber sobre ella o sobre Pablo Iglesias?.

En su formación, la relación que mantiene desde hace unos tres años con Iglesias despierta más recelos que simpatías. En los platós se ve obligada a repetir casi en cada alusión que no es de Podemos. En Izquierda Unida dicen las malas lenguas que algunos la llaman «el submarino de Podemos». Pero Tania Sánchez figura en los carteles de las primarias de IU que estos días recorren la comunidad de Madrid, y es fiel a las siglas del partido desde que empezó como concejal en su ayuntamiento, Rivas-Vaciamadrid. A Pablo Iglesias lo conoció cuando este asesoró al partido de Cayo Lara en el 2011, año en el que Sánchez empezó a participar también en algunos programas de La Tuerka. «Parece que las mujeres no pueden tener ideas propias y diferentes a las de su pareja. En Francia, Ségolène Royal siempre tuvo que marcar distancias con su exmarido, Francois Hollande», comenta Cristina Ares, profesora de Ciencia Política en la USC. «Cuando una mujer hace política siempre se piensa en quién es su padre, con quién está casada o quién fue su mentor», añade. ¿Es entonces machista como dice Pablo Iglesias que le pregunten por Sánchez? «Si a él lo presentaran siempre como el novio de Tania Sánchez no sería machista», zanja.

La candidata de IU, la versión «light» de Podemos para muchos, es partidaria de concurrir con candidaturas ciudadanas al estilo Ganemos en las próximas municipales y autonómicas. Pero su bache más importante ya no es separar su vida privada de la pública, si no unas acusaciones sobre su etapa como concejal en la localidad madrileña de Rivas, cuando se adjudicó a una empresa participada por su hermano un contrato público. Desde el PP incluso comparan esta situación con la de la recién dimitida ministra de Sanidad Ana Mato, salpicada por la trama Gürtel, de la que se beneficiaron según el auto del juez tanto ella como su exmarido. «Y sin embargo nos parece bien que la pareja de Pablo Iglesias se haya lucrado de ser casta de su cargo», dijo el diputado popular Víctor Martínez Pujalte. «La cuestión es que estas sospechas le hacen más daño a Podemos a que a Izquierda Unida. Como el partido de Iglesias no tiene experiencia de gobierno, esa impresión de que todos los políticos pueden ser corruptos se ha extendido primero a Íñigo Errejón, por una beca, y ahora a Tania, que es de otro partido», explica Cristina Ares. El verdadero reto de Sánchez, de consolidarse en las primarias de este domingo, empieza ahora.

Lo que está claro es que hay confidencias que una pareja tal vez no puede compartir. Sobre todo si los dos son políticos y rivales. La política española nos brinda otro caso curioso: el de Meritxell Batet y José María Lassalle. Se conocieron cuando ambos eran diputados en el Congreso, ella por el PSOE y él por el PP. Ahora Meritxell es miembro de la ejecutiva socialista y Lassalle Secretario de Estado de Cultura.

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