Las elecciones europeas fijarán un nuevo escenario político en España

e. clemente / g. Bareño MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

El grado de avance de los minoritarios pondrá a prueba el bipartidismo

25 may 2014 . Actualizado a las 10:32 h.

Un total de 36.546.270 electores están llamados hoy a las urnas en España para elegir a los 54 eurodiputados que ocuparán un escaño en el Parlamento Europeo. Aquellos que decidan votar podrán elegir entre 39 listas diferentes o el voto en blanco. Después de una campaña planteada en clave nacional, en la que los asuntos europeos ha sido relegados a un segundo plano, los resultados habrá que leerlos con esa óptica. Hoy se despejarán algunas incógnitas que tendrán una gran repercusión en la política nacional. ¿Qué partido ganará? ¿Por qué margen? ¿Cómo quedará el bipartidismo? ¿Cuánto subirán IU y UPyD? ¿Qué respaldo tendrán los nuevos partidos? ¿Habrá récord de abstención como prevén algunas encuestas? ¿Qué respaldo obtendrán los partidos independentistas catalanes?.

La campaña

Poca Europa y mucho Cañete. Rajoy ha planteado estas elecciones como un plebiscito a su gestión con un mensaje claro: no se puede poner en riesgo la recuperación económica votando a los socialistas que llevaron al país al borde de la quiebra y el rescate. El PSOE ha respondido con el argumento de que Rajoy tiene su propia herencia tras dos años y medio en el poder, que se resume en más paro y más deuda. La campaña discurría plana y sin mucho tirón, pero el comentario machista de Miguel Arias Cañete tras el debate televisado le dio un giro inesperado. Desde ese momento, el PSOE centró en este asunto su estrategia electoral, mientras que el PP no se salió de su guion y trató de cerrar luego la polémica con las disculpas de Cañete. El final de la campaña estuvo marcado también por los actos violentos sufridos por el PP en Cataluña.

Bipartidismo

Retroceso, pero ¿cuánto? Todas las encuestas señalan un retroceso significativo del bipartidismo, aunque esa tendencia se ha ido moderando a medida que avanzaba la campaña. Habrá que medir hasta dónde llega finalmente y qué efecto tiene en el electorado la insistente llamada al voto útil de los dos grandes partidos. La mejor comparación que se puede hacer de los datos que arrojen hoy las urnas es con los resultados de las europeas del 2009.

PP

Rajoy presentaría la victoria como un respaldo a su política. El presidente del Gobierno es consciente de que una victoria en estas elecciones supondría un valioso aval a sus políticas de reformas. Triunfar en estos comicios después de dos años de pedir sacrificios continuos a unos ciudadanos que no han sentido todavía de manera personal el inicio de esa recuperación de la que habla el Gobierno supondría un enorme balón de oxígeno para Rajoy, que confía en que las cosas mejoren en el año y medio que resta hasta las generales. Solo una severa derrota dejaría al líder del PP en una situación comprometida, que probablemente le obligaría a moderar su plan de austeridad y recortes.

PSOE

El futuro de Rubalcaba y de la actual dirección, en juego. El líder de los socialistas se juega su futuro político. Una victoria o incluso una derrota por la mínima le podrían llevar a postularse como candidato a las primarias previstas para noviembre. Una derrota sin paliativos no solo eliminaría sus posibilidades sino que provocaría movimientos para convocar un congreso extraordinario y desbancarle de la secretaría general. Lo mismo sirve para la actual dirección, ya que la candidata, Elena Valenciano, es la número dos del partido.

Cataluña

Un test para los independentistas. Tanto CiU como ERC han planteado estas europeas como un test para medir su fuerza de cara al referendo previsto para el 9 de noviembre. O más bien de cara a las elecciones anticipadas con carácter plebiscitario que con toda probabilidad convocará Artur Mas cuando se le prohíba realizar la consulta. Por eso hay que seguir con atención los votos que obtengan las formaciones independentistas en Cataluña y el resultado que consigan el PSC, PP y Ciutadans para medir la correlación de fuerzas.

Partidos minoritarios

Una reválida para IU y UPyD. Las elecciones son un test para comprobar si UPyD se consolida como la cuarta fuerza en número de votos a nivel nacional y también para comprobar hasta dónde llega la sangría de sufragios del PSOE en favor de IU. La otra incógnita es saber si los dos extremos del arco ideológico con opciones en estos comicios, Podemos por la izquierda y Vox por la derecha, consiguen entrar en el Parlamento Europeo, lo que situaría a España en la senda de la radicalización del voto que sigue Europa.

Abstención

Un termómetro para medir la desafección. Otro dato a seguir será el de la participación, que, según algunas encuestas, podría ser la más baja de la historia. En las elecciones europeas del 2009 la abstención fue del 55,1 %. Será un termómetro para medir el grado de desafección ciudadana hacia la política.