Las preguntas que se plantean en León y Astorga sobre ellas son muchas. ¿La obsesión que supuestamente parecía tener con Isabel Carrasco es producto de presuntas desavenencias políticas entre su hija y la que fue responsable de la diputación leonesa durante años? ¿Achacaba a esas diferencias la caída en picado de la carrera de su tan querida hija dentro del PP y de la diputación? Esas son algunas de las cuestiones que, más allá de rumores de otro tipo que rayan el puro cotilleo rosa, circulan estos días en ambas ciudades.
Porque ahí nadie puede explicarse cómo Montserrat González y su hija Triana Martínez han podido inmolarse destrozando sus vidas de esta forma. «Por mucho que la hubieran machacado hay cosas que no se explican. A otra mucha gente la machacan, pero...», dice una fuente que la conocía y que refiere también lo impopular que era Isabel Carrasco entre algunos.
También hay los que ven el móvil económico que se ha barajado, alimentado porque al parecer unos días antes de que muriera Isabel Carrasco la notificación de que debía devolver 12.000 euros a la diputación había llegado a la casa dela joven. De hecho, la carta fue una de las cosas que hallaron los agentes durante el registro del piso de León.
Y aunque han pasado ya un par de días, amigos o conocidos comunes de Montserrat y de su marido -Triana se dejaba ver menos por Astorga- continúan parándose consternados por la calle. Y el comentario es parecido cada vez: «No lo puedo creer».