En su Convención Nacional, el PP ha dejado de lado la crisis interna, la polémica por la reforma de la ley del aborto o la corrupción
02 feb 2014 . Actualizado a las 12:39 h.El PP ha dejado hoy de lado la crisis interna, la polémica por la reforma de la ley del aborto o la corrupción en la segunda jornada de su Convención Nacional. Después del llamamiento a la unidad que hizo el día anterior la secretaria general, María Dolores de Cospedal, tocaba hablar de la recuperación económica. Mariano Rajoy avanzó que a partir del 2015 habrá «bajadas sucesivas de impuestos» que se prolongarán a los largo de los años siguientes, aunque no dio más detalles. El presidente o resaltó que su Gobierno ha dado «la vuelta a la situación» y las políticas reformistas ya «empiezan a dar resultado». Por ello, se mostró «moderadamente optimista». Destacó la mejora que de los datos del paro, pero dejó claro que mientras el descenso no sea significativo no hay motivo para la satisfacción. «Ya hemos empezado a subir un poquito y el reto es seguir subiendo», ha señaló. «Hay menos jóvenes de 25 años en desempleo que hace un año», añadió.
Pero la jornada sirvió para que reviviera con fuerza la «herencia recibida» de Zapatero. Dirigentes como la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, la ministra de Fomento, Ana Pastor, el presidente de Murcia, Ramón Luis Valcárcel o la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá criticaron duramente la gestión del Gobierno anterior, que habría obligado al de Rajoy a tomar medidas de ajuste y subir los impuestos para arreglar lo que estropearon los socialistas. «El PSOE ha puesto en peligro el Bienestar, ha puesto en riesgo la Seguridad Social. Zapatero congela las pensiones y el PP garantiza que suban todas los años». Señaló el vicesecretario general Javier Arenas.
«Cuando llegamos al Gobierno nadie daba un duro por nosotros, por España», afirmó Sáenz de Santanaría, que destacó el éxito de las reformas y que el reto ahora es que los logros de la macroeconomía se trasladen a los ciudadanos.