La vicepresidenta para todo que no comete errores y nunca se sale del guion establecido

La Voz

ESPAÑA

20 nov 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

A pesar de dar la cara todos los viernes tras los consejos de ministros, muchas veces para transmitir malas noticias, la vicepresidenta del Gobierno y mano derecha de Mariano Rajoy, Soraya Sáenz de Santamaría ha aguantado el desgaste mejor que otros de sus colegas. Difícilmente comete errores, no se sale del guion establecido -significativamente en el tema catalán, donde siempre alude al cumplimiento de la Constitución, o en la defensa del plan de reformas- y ha sabido resguardarse hábilmente del escándalo del caso Bárcenas.

Aunque tiene un indudable perfil técnico, en las sesiones de control del Congreso saca su vena política, que ya demostró en sus duelos con la entonces vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega, ahora con la portavoz socialista, Soraya Rodríguez.

Cada vez más peso político

Poco a poco ha ido adquiriendo aún más peso político del que ya tenía al principio de la legislatura como principal influencia del presidente en detrimento de su gran adversaria, María Dolores de Cospedal, cuya gestión por el caso del extesorero le ha valido duras críticas en el partido y, sobre todo, en el Ejecutivo.

Sáenz de Santamaría es la vicepresidenta de y para todo, la mujer que ha acumulado más poder político en la democracia española, pero pocos la ven como una posible sucesora del que ha sido su mentor y gran valedor, el presidente del Gobierno. Al menos de momento, ya que si algo ha demostrado en estos dos años es que no rehúye las responsabilidades.