Ana Botella, contra las cuerdas

Enrique Clemente Navarro
Enrique Clemente MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

En el PP se ve a la regidora más como un problema que como un activo

15 nov 2013 . Actualizado a las 11:43 h.

Ana Botella ha ganado tiempo. Con su ultimátum a las empresas concesionarias de que tomará el control de los servicios mínimos mañana si estas siguen incumpliéndolos, ha logrado rebajar la presión. Sobre todo, la de su propio partido, en el que arreciaban las críticas internas, eso sí en privado, por su falta de reacción. La alcaldesa pasó de considerar un asunto entre las empresas y los trabajadores la huelga que ha convertido las calles de la capital en un vertedero y ha dañado gravemente su imagen a intervenir directamente.

Su decisión, aunque algunos la consideran tardía, ya que la tomó al noveno día de paro, ha calmado las aguas en el PP, donde Botella es vista más como un problema que como un activo. Su gestión del caso Madrid Arena, con su viaje al spa portugués en plena crisis, el fiasco de los Juegos Olímpicos, con el episodio del relaxing cup of café con leche, y ahora la huelga de la limpieza la han puesto contra las cuerdas. Eso no quiere decir que su puesto peligre. Mariano Rajoy no va a destituirla. No es su estilo, pero lo que sí es muy difícil es que sea la candidata a la alcaldía en el 2015, ya que tiene en contra a la dirección del PP de Madrid, con Ignacio González al frente. Los populares son conscientes de que necesitan un cabeza de cartel fuerte, al estilo de Esperanza Aguirre, cada vez más distanciada de la regidora, para no perder uno de sus bastiones más preciados. Botella no lo será salvo que se empeñe el presidente del Gobierno.

«Dar algún mandoble»

La reacción más favorable ayer al puñetazo en la mesa de Botella fue la de la Defensora del Pueblo, Soledad Becerril. «Cuando son servicios asistenciales, una tiene que coger las riendas y no hay mas remedio que dar algún mandoble, ha hecho bien y espero que esto se encauce»», aseguró. El consejero de Presidencia y portavoz de la Comunidad de Madrid, Salvador Victoria, aseguró que «dio la cara» y consideró «necesario» que las «fuerzas del orden» garanticen el cumplimiento de los servicios mínimos.

La oposición volvió a pedir la dimisión de Botella, a la que dedicó duras descalificaciones. «Esta señora es absolutamente incompetente, que se vaya cuanto antes y que deje de hacer daño a los madrileños», señaló el líder del PSM, Tomás Gómez. Aseguró también que «hay que limpiar Madrid y ya queda menos» para que lo haga la oposición. El portavoz municipal del PSOE, Jaime Lissavetzky, la acusó de haber convertido a la ciudad en la «vergüenza nacional e internacional» por su «incapacidad» y le exigió que enseñe públicamente los contratos de limpieza viaria. El de IU, Ángel Pérez, denunció su «irresponsabilidad» al articular unos contratos bajo unas condiciones que implicaban ofertas a la baja y, en consecuencia, despidos y rebajas salariales.

Mientras, en Madrid algunos ciudadanos empiezan a organizar brigadas para limpiar las calles. Miembros de la Asociación de Vecinos de Chueca saldrán el domingo a «limpiar la porquería de las calles» ante la «pasividad del ayuntamiento» en la huelga de limpieza viaria y jardinería.