La liberación de la menor raptada desata los recelos entre vecinos

Ivannia Salazar REDACCIÓN/LA VOZ.

ESPAÑA

Algunos dicen que la prostitución forzada de la chica en Arroyo de San Serván era un secreto a voces que nadie quiso denunciar

22 dic 2010 . Actualizado a las 23:15 h.

Arroyo de San Serván es una localidad de Badajoz de apenas 4.000 habitantes. «Quiero invitaros a todos a visitar nuestro pueblo y, muy especialmente, a los arroyanos. Un pueblo que hacen sus vecinos que sea de referencia», dice el alcalde, Juan Moreno, en la web del ayuntamiento. Sin embargo, la liberación de una menor de 14 años que fue prostituida a la fuerza durante dos meses en una vivienda de la localidad y la detención de 12 personas implicadas ha enturbiado la calidez del mensaje y despertado los recelos entre vecinos, muchos de los cuales no pueden evitar mirarse unos a otros con desconfianza.

Y no es para menos. Los detenidos hasta el momento son cinco rumanos y siete españoles, y entre estos últimos, que presuntamente habrían pagado entre 10 y 60 euros por mantener encuentros sexuales con la adolescente, hay un juez de paz que además fue concejal de festejos del PSOE, un funcionario municipal y un ex edil de IU.

Este último, identificado como Daniel Cangas, y de 55 años, se suicidó el martes tras prestar declaración, supuestamente agobiado por la presión propia y de los vecinos, que decían no creer que en un pueblo tan pequeño, en una vivienda como tantas otras, una menor era forzada a prostituirse por una red de explotación sexual.

Desaparición

Según fuentes de la investigación, el drama comenzó en septiembre, cuando la menor se enamoró de un joven rumano con el que decidió irse de su casa, ubicada en Madrid. Fueron los padres los que denunciaron entonces su desaparición. Pero no fue hasta el sábado pasado cuando el policía Pedro José Torralbo la rescató, poniendo el nombre del pequeño pueblo en los titulares de todos los medios de comunicación.

En declaraciones a Efe, el alcalde Juan Moreno calificó ayer al pueblo como acogedor y hospitalario, y negó que se tuviese conocimiento de la situación de la menor, ya que «en cuanto se ha sabido algo se ha actuado, no íbamos a saber algo y estar quietos». Sin embargo, otros vecinos que prefirieron el anonimato manifestaron que «era un secreto a voces», pero que nadie estaba dispuesto a «ponerle el cascabel al gato», ya que todos se conocen, y otros coincidieron en afirmar que a la menor algunas veces se le veía haciendo la compra. Otro residente de la zona manifestó: «Aquí se sabe que la prostitución por 10 euros está a la orden del día».

Lo que aún no está claro es cómo se enteró el policía de lo que pasaba y por qué decidió actuar en solitario. De cualquier manera, fue calificado como un héroe por fuentes del ayuntamiento. Las mismas que anunciaron que el consistorio estudia personarse como acusación particular en el caso.