Ha considerado probado que el acusado discutió con su esposa y se enfrentó luego con el anciano, al que golpeó reiteradamente, no con alevosía, pero sí con abuso de autoridad.
05 nov 2010 . Actualizado a las 11:33 h.Un jurado popular ha hallado culpable al ciudadano ucraniano Pavlo Ch. de haber matado a golpes a un anciano de 83 años, que presuntamente le tocó las nalgas en los lavabos de la estación de autobuses de Tarragona en junio del 2007.
Por ello, el fiscal solicita nueve años de prisión por un delito de homicidio y ocho meses más por atentado a un agente de la autoridad, con la eximente incompleta de embriaguez.
Durante el juicio, el fiscal redujo de 19 a 10 años la petición de pena para el acusado al apreciar como circunstancia atenuante el hecho de que el acusado, Pavlo C., ucraniano de 32 años y vecino de Salou (Tarragona), había ingerido una gran cantidad de alcohol cuando supuestamente cometió el crimen.
De hecho, dio una tasa de 2,99 gramos por litro de sangre en los análisis que se le hicieron tras ser detenido.
El jurado ha considerado probado que el acusado discutió con su esposa y se enfrentó luego con el anciano, al que golpeó reiteradamente, no con alevosía, pero sí con abuso de autoridad, pero no cree probado que la víctima le tocara las nalgas.
Los hechos ocurrieron sobre las 15:30 horas del 23 de junio de 2007, cuando el procesado entró en los lavabos públicos de la estación de autobuses de Tarragona, situada en la calle Pere Martell, junto a la céntrica plaza Imperial Tarraco.
Mientras el detenido se encontraba de espaldas orinando, la víctima se le acercó y, supuestamente, le tocó las nalgas, lo que provocó una violenta reacción del detenido, que propinó una brutal paliza al anciano, causándole la muerte.
Los gritos de la víctima alertaron a los empleados de la estación, que avisaron a la Policía Nacional y a la Guardia Urbana, que desplazaron patrullas hasta el lugar de los hechos.
El anciano herido fue trasladado en ambulancia hasta el hospital Sant Pau i Santa Tecla de Tarragona con respiración asistida, donde poco después falleció, mientras que el presunto agresor fue detenido por la Policía Nacional.
Al parecer, en esa época los lavabos de la estación de autobuses de Tarragona se habían convertido en un punto habitual de encuentro de personas que buscan relaciones homosexuales y también se habían producido casos de «voyeurismo».