Aznar preside su primer «consejo de ministros» trece años después

Magis Iglesias

ESPAÑA

Reunió al Gobierno de 1996 para impulsar la candidatura de Jaime Mayor Oreja.

23 abr 2009 . Actualizado a las 20:34 h.

Trece años después de haber celebrado en la Moncloa su primer Consejo de Ministros, José María Aznar volvió a convocar a los ministros de su primer Gobierno para respaldar la candidatura de Jaime Mayor Oreja al Parlamento Europeo. «Todos estábamos igual, pero más viejos», resumió uno de los protagonistas tras este regreso al pasado. De los 15 políticos que tomaron posesión en mayo de 1996 solo faltaron al almuerzo en un hotel madrileño la fallecida Loyola de Palacio y Javier Arenas, que asistía a la misma hora a la investidura de José Antonio Griñán como nuevo presidente de la Junta de Andalucía.

Los trece miembros de aquel primer Gabinete popular se avinieron a interpretar un Cuéntame político en honor de uno de los suyos, el que fue ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, que afronta ahora unas elecciones europeas como cabeza de cartel del PP. Hablaron de los hijos, de los nietos, de sus actividades actuales y, sobre todo, de la situación económica.

La reunión dio comienzo, como no podía ser de otra manera, con la intervención de Aznar. Sus primeras palabras fueron para recordar a la ministra de Agricultura, que murió víctima de un cáncer tras dejar la vicepresidencia de la Comisión Europea. También elogió al promotor de la comida y destacó sus cualidades morales como seña de identidad de su trayectoria política, que lo han llevado hasta el Parlamento Europeo.

Aznar pidió a todos un apoyo «inequívoco y sin fisuras» a Rajoy en la responsabilidad que le atribuyó en estos momentos como líder del partido que, dijo, tiene por delante una «tarea de envergadura histórica». Dio por hecho que pronto llegará al poder y tendrá que gestionar una crisis económica inédita que le parece mucho más complicada que la que él afrontó en 1996.

Fuentes de los asistentes aseguran que el encuentro fue muy «agradable y reconfortante», que no existió ningún momento de tensión y que los convocados se encontraron tan cómodos que quedaron en volver a reunirse.