Un acto marcado por una ausencia y los nuevos valores

G. B.

ESPAÑA

19 nov 2007 . Actualizado a las 02:00 h.

La conferencia política del PP no pasará a la historia por su brillantez ni por el calado de sus propuestas. Más que por los que han estado y lo que han dicho, ha estado marcada por una ausencia y lo que se ha callado. Se trata del primer gran evento político del PP desde 1989, cuando fue designado candidato a la presidencia por Fraga, en el que Aznar no ha tenido un papel protagonista. Incluso ya retirado, en la última convención del PP, celebrada en marzo del 2006, Aznar pronunció el discurso principal de apertura. A esta conferencia política ni siquiera ha asistido. Y, lo más relevante, nadie parece haberlo echado mucho de menos. Ni Acebes lo mencionó en su discurso inaugural.

Y en cuanto al contenido, Rajoy aclaró algo, no demasiado, su anunciada reforma constitucional. No explicó, por ejemplo, cómo pretende impedir que dos partidos que no ganen las elecciones se alíen para gobernar cuando el ganador no tenga mayoría absoluta, algo que forma parte de la esencia de la democracia. Y la reforma fiscal que plantea sería en efecto, si se llevara a cabo, de gran calado. Pero también aquí lo más importante es lo que no se dijo.

Hasta ahora era norma que la lucha contra ETA cuando gobernaba, o la crítica a la política antiterrorista del Gobierno cuando estaba en la oposición, fueran el eje del discurso político del PP. Rajoy ha huido ahora de la confrontación con el Gobierno en esta cuestión. Es cierto que Acebes -muy poco-, el presidente de Nuevas Generaciones, Ignacio Uriarte, y sobre todo Mayor Oreja han insistido en el tema. Pero el discurso de este último, con sus «encrucijadas» y sus apocalípticas profecías sobre futuras alianzas entre el PSOE y ETA parecieron aburrir al personal. También se quedó solo Zaplana con su contumacia en utilizar políticamente los atentados del 11-M.

Y entre quien no estuvo y lo que no se dijo, se pudo entrever cuál es el futuro del nuevo PP. Aunque puede que llegue tarde, a solo cuatro meses de las elecciones Rajoy ha iniciado definitivamente la renovación pendiente. A partir de marzo del 2008 en el PP tendrán mucho que decir, entre otros, Pío García Escudero, Juan Costa, Francisco Camps, Alberto Núñez Feijoo o Soraya Sáenz de Santamaría. El tiempo dirá si desde el Gobierno o desde la oposición.