?as necesidades sanitarias ocuparon ayer la agenda de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, de cara a la prueba de reválida que suponen las próximas elecciones. En caso de sonreírle la buenaventura, reducirá a un tope de cuarenta días la espera máxima para pruebas diagnósticas de médicos especialistas, que serán quince ante cualquier sospecha de cáncer o enfermedad grave. Aguirre realizó este compromiso durante un acto celebrado junto a la antigua cárcel de Carabanchel, donde prometió construir un nuevo hospital, siempre que el Estado ceda el terreno para ello, e inaugurarlo dentro de dos años. En otros anuncios electorales habló de construir 55 centros de salud en la región, que se elevarían a 76 si los alcaldes ceden el suelo necesario. También adelantó su intención de vacunar contra el cáncer de cuello de útero a todas las niñas con edades de entre 7 y 14 años, en cuanto la ministra de Sanidad apruebe esta medida. Singular y significativo fue el escenario elegido por el socialista Rafael Simancas: la estación de metro que lleva su nombre y que no apareció en el reciente mapa elaborado por el Gobierno regional. «No se trata de un olvido casual, en el mapa del Gobierno de Aguirre sólo hay dos estaciones, la del poder y la del dinero», señaló. Junto a estas críticas, expresó su deseo de recuperar el diálogo social en la ciudad y explicó que, en caso de gobernar, el primer día de su mandato ofrecerá a la patronal y los sindicatos «un acuerdo por el desarrollo económico sostenible y el empleo de calidad». Inés Sabanés, aspirante de IU, propuso ampliar el abono transporte joven hasta los 26 años, lo cual tendría un coste de 30 millones de euros anuales y beneficiaría a 200.000 jóvenes.