El Gobierno central exige a Maragall un Estatuto «razonable y sensato»

Paco Soto BARCELONA

ESPAÑA

El presidente de la Generalitat y Sevilla acercaron posturas sobre la reforma autonómica CiU acusa a Zapatero de incumplir su promesa de respetar lo que apruebe el Parlament

13 jul 2005 . Actualizado a las 07:00 h.

El ministro de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla, pidió ayer al presidente de la Generalitat de Cataluña, Pasqual Maragall que rebaje las exigencias plasmadas en el borrador del nuevo Estatuto de autonomía y matice algunos aspectos que el Gobierno considera inconstitucionales si no quiere que el Congreso de los Diputados tumbe el proyecto y lo devuelva a la cámara catalana. Maragall y Sevilla se reunieron ayer en Barcelona para acercar posiciones, y al término del encuentro ambos quisieron transmitir un mensaje de optimismo. El Gobierno ha multiplicado en los últimos días sus contactos con responsables de la Generalitat y del PSC para intentar que la reforma del estatuto catalán se ajuste a la Constitución y pueda ser aprobada por el Congreso. «O rebajáis vosotros o lo tendremos que hacer nosotros», es el mensaje que el Ejecutivo y la dirección del PSOE ha hecho llegar a los dirigentes catalanes. El gabinete de Rodríguez Zapatero quiere, entre otras cuestiones, que se elimine del proyecto el blindaje de las competencias exclusivas de la Generalitat -porque impedirían a las Cortes legislar sobre materias básicas-, que se supriman las alusiones a la indiscriminada utilización artículo 150.2 de la Constitución para transferir competencias exclusivas del Estado, que se revisen las más de 30 cuestiones que desbordan la Carta Magna, según el análisis del Instituto de Estudios Autonómicos de Cataluña, y se sustituya en el texto la propuesta detallada de financiación por una declaración de principios. Maragall y Sevilla, que tras su almuerzo comparecieron ante los medios, no precisaron si habían alcanzado un acuerdo, pero quisieron transmitir una imagen de concordia. «El Estatuto que salga del Parlamento catalán será un acuerdo razonable y sensato» y un «magnífico Estatuto para Cataluña y España», sentenció Sevilla. El presidente catalán, por su parte, destacó «la necesidad y la posibilidad de construir un nuevo escenario político» en Cataluña que esté «al servicio de las personas y de sus necesidades» . El presidente de CiU, Artur Mas, acusó ayer al Gobierno español de «cambiar las reglas de juego» en el proceso de reforma estatutaria, al olvidarse del «compromiso» de Zapatero de asumir el Estatuto que apruebe el Parlament.