La negativa de Arzalluz a dejar el poder lleva al PNV a la peor crisis en 20 años

Joseba García BILBAO

ESPAÑA

TXEMA FERNÁNDEZ

Las bases censuran al tribunal interno de justicia por vulnerar los derechos de Iñigo Urkullu El ex presidente y Egibar intentaron parar el proceso que daba la victoria en Vizcaya al hombre de Imaz

01 may 2004 . Actualizado a las 07:00 h.

El PNV vive su peor crisis interna tras la escisión que alumbró el nacimiento de EA en 1986. La negativa del sector crítico liderado por Xabier Arzalluz y Joseba Egibar a acatar la voluntad de las bases y abandonar el poder ha reabierto la lucha interna entre las diferentes familias que cohabitan en la formación de referencia del nacionalismo democrático en Euskadi. El intento de los críticos de impedir la reelección de Iñigo Urkullu como presidente de la ejecutiva en Vizcaya se ha saldado sin embargo con una nueva derrota. Urkullu no sólo renovará mandato, sino que la Asamblea Nacional del PNV ha aceptado la moción de censura contra los miembros del tribunal nacional de justicia del partido que le inhabilitaron porque, cree la Asamblea, vulneraron sus derechos como afiliado. La nueva dirección del PNV, presidida por Josu Jon Imaz, ha dicho basta y ha decidido poner fin a la etapa de gestos y mano tendida con quienes ostentaron el mando del partido durante el último cuarto de siglo. Los malos modos con los que Xabier Arzalluz y su delfín, Joseba Egibar, se están produciendo en el proceso interno para la elección de las direcciones provinciales han terminado con la paciencia de la nueva dirección que, según fuentes de la misma, ha decidido «atacar el problema de raíz y situar a cada uno en el sitio que corresponde en función de la voluntad democráticamente expresada por los militantes». Al equipo liderado por Josu Jon Imaz no le han gustado las «malas artes» empleadas para desalojar a Urkullu de la presidencia de la ejecutiva en Vizcaya mediante la presentación de una denuncia en su contra ante el tribunal nacional. Los críticos argumentaron que los estatutos impiden permanecer en puestos directivos durante un plazo superior a 8 años. La denuncia fue tenida en cuenta por el tribunal y por la comisión nacional de garantías, que ordenó la suspensión del proceso interno de elección cuando se había iniciado la segunda vuelta en la que Urkullu estaba barriendo a su oponente, Iñaki Zarraoa, alcalde de Getxo y hombre de Arzalluz y Egibar. La decisión provocó una convocatoria urgente de la asamblea regional de Vizcaya, que apoyó a Urkullu y ordenó la continuación del proceso interno.