Egibar niega que Imaz goce de ventaja para suceder a Arzalluz

La Voz AGENCIAS | BILBAO

ESPAÑA

El portavoz del PNV achaca las filtraciones a intereses de los medios El candidato a la presidencia peneuvista asegura que nadie se ha pronunciado todavía

14 oct 2003 . Actualizado a las 07:00 h.

El relevo de Xabier Arzalluz en la presidencia del PNV, si finalmente se produce, está generando tensiones internas en la familia nacionalista vasca, que el pasado fin de semana superaron el listón de la normalidad. Ante la trascendencia pública de estas luchas intestinas, el portavoz de la ejecutiva y apuesta personal de Arzalluz para su sucesión, Joseba Egibar, salió ayer al paso en un intento de atajar rumores y situar la batalla en un lugar más propicio a sus aspiraciones. Así, negó que el portavoz del Gobierno vasco y máximo rival en una carrera para la que se perfila como favorito, Josu Jon Imaz, sea el candidato avalado por las diferentes ejecutivas del PNV para sustituir a Arzalluz. Del mismo modo, desmintió que éste haya realizado «acusaciones nominales» ni abroncado a otros dirigentes por comprometer su apoyo a Imaz, lo que, según algunas fuentes del partido, se interpreta como un intento de ralentizar la puesta en marcha del plan Ibarretxe. Egibar aclaró que de momento no hay aspirante de consenso y agregó que el lendakari no se posicionará en favor de uno u otro en el proceso de selección de la formación nacionalista. En una entrevista en la ETB, Egibar señaló el «interés» de algunos medios de comunicación de «sugerir lo que el PNV debe decidir libre y democráticamente de cara a configurar la nueva ejecutiva» como la razón real de estas filtraciones. «Es evidente que toda la información tiene una intencionalidad y me limito a exponer los contenidos de la ponencia política porque es nuestra hoja de ruta para los próximos cuatro años y tiene que tener consigo el mejor equipo humano. Hay gente que prefiere llevarlo más a un plano de adhesión a determinada persona o grupo que entrar a lo que es la cuestión de fondo», apuntó con tono crítico. Según estas filtraciones, en una reunión de la ejecutiva alavesa, Arzalluz atacó con dureza a la dirección vizcaína por el rol que está desempeñando en el proceso de renovación. El líder penuevista la acusó de respaldar a Imaz con el fin de «acaparar» el poder e incluso de «acabar» con el plan Ibarretxe. Algo que Egibar niega, aunque sin más precisión. Sólo dijo que, conociendo como lo conoce, su líder, «en ningún caso, entra en calificaciones o descalificaciones de ese tenor». Además, aclaró, no existe un candidato de consenso entre las ejecutivas porque «ninguna se ha pronunciado abiertamente». Egibar admitió que podría cambiar «el escenario» en el País Vasco según quién sea el elegido, y añadió: «Las bases son soberanas y estamos en un proceso distinto de los anteriores porque se pueden disputar determinadas posiciones dentro del partido». Sin embargo, precisó que existe un «impulso desde el exterior animado por determinados resortes en el interior para que determinadas situaciones se produzcan».