Suárez Illana o la indigestión de las cebollas rellenas

Genaro Morán REDACCIÓN

ESPAÑA

Suárez Illana ya no es el valor en alza junto al que todos querían fotografiarse. La inexperiencia del candidato ha provocado patinazos antológicos y la desconfianza de su propio partido.

21 oct 2002 . Actualizado a las 07:00 h.

La actuación del candidato del Partido Popular a la presidencia de Castilla La Mancha, Adolfo Suárez Illana, está comenzando a causar cierta decepción entre numerosos miembros del Partido Popular que, tanto en Madrid como en la comunidad castellano-manchega, habían depositado grandes esperanzas en el hijo del ex presidente del Gobierno como vía para derrocar la incontestable hegemonía electoral de José Bono. La forma en la que el candidato proclamado antes del verano está llevando a cabo su campaña para darse a conocer en esta comunidad autónoma está dejando desconcertados a muchos de los afiliados y comenzando a decepcionar en la dirección. La situación ha llegado incluso a la negativa de algunos ministros a protagonizar actos junto a Suárez Illana, por temor incluso a que su aventura política finalice antes de que se celebren las elecciones. Los motivos estriban básicamente en el afán de éste por tomar sus propias decisiones sin dejarse aconsejar demasiado y, sobre todo, en las continuas equivocaciones o declaraciones poco acertadas, a juicio de los consultados. Inconveniencias Los populares también manifiestan su decepción por que creen que, además de las escasas intervenciones que tiene, cuando hace declaraciones dice cosas inconvenientes muy a menudo, a veces por desconocimiento de los temas. Citan, por ejemplo, las declaraciones realizadas a raíz del asesinato del cabo asturiano de la Guardia Civil en septiembre en Navarra, cuando aseguró que lo sentía porque ya no podría comer las cebollas rellenas de Sama de Langreo, o su aparición en el programa televisivo Fuentes y Cía , que además le había sido desaconsejada, y en el cual su imagen política no se vio precisamente reforzada. Tampoco califican de muy acertada la declaración de que conoce bien los problemas de las mujeres rurales de Castilla La Mancha porque está casado con una de ellas o la respuesta al alcalde del municipio de Sacedón, quien aseguró que Suárez Illana no conocía bien esa tierra. El candidato le respondió sin dudar que sí la conocía bien porque había tenido una novia de ese pueblo. Campaña de Bono El propio candidato indicó ayer que las informaciones sobre el supuesto malestar interno que hay en su partido por cómo lleva su carrera hacia las urnas son «una campaña contra mí» y añadió que «siempre en épocas electorales el PSOE se dedica a buscar cosas de ésas». Además, la secretaria general del PP en Castilla-La Mancha, Rosa Romero, y el portavoz del partido, Leandro Esteban, coincidieron por su parte al afirmar que el candidato cuenta con todo el apoyo de la dirección, tanto regional como nacional, y achacaron las críticas a su precampaña al «nerviosismo» del PSOE al ver que la intención de voto comienza a igualarse. En rueda de prensa, Esteban indicó que la encuesta que cifra en tres puntos la diferencia de Suárez Illana y Bono, a favor del actual presidente de la Junta, fue encargada por el Partido Popular y realizada después del verano. En este sentido, apuntó que los resultados indican que Suárez se consolida cada vez más como candidato y como alternativa para ser presidente.