El seleccionador José Antonio Camacho les concedió ayer a sus jugadores una jornada de vacaciones inesperadas que les ha hecho mucha ilusión. Desde las seis de la tarde de ayer hasta la seis de la tarde de hoy los internacionales españoles podrán disfrutar un día entero con sus familiares desplazados al Mundial y, de paso, comprobar la hospitalidad de los coreanos. El hecho de que España ya esté clasificada para octavos de final y la necesidad de los jugadores de distraerse es lo que ha provocado esta medida de Camacho. Para el jugador del Barcelona Xavi «el nivel de exigencia está siendo elevadísimo y entendemos que si es preciso continuar trabajando no pasa nada. Esto es un Mundial, no un torneillo». Por el contrario, Diego Tristán no podrá permitirse ninguna alegría. Cuidados a Tristán El delantero del Dépor continúa con sus problemas en el aductor de la pierna derecha y tendrá que permanecer en observación para evaluar la evolución del percance. Según el doctor Genero Borras, la jornada de hoy será significativa para constatar si la recuperación cumple los plazos establecidos o si el jugador precisa de otro tipo de exploración para atajar el mal. Otro de los lastimados es Fernando Hierro. El central madridista, que acabó el partido con la espalda cargada, compartió parte del entrenamiento con los compañeros y el resto lo realizó en solitario para mitigar el dolor en esa zona. Desde hace tiempo, arrastra una dolorosa lumbalgia. Ayer realizó ejercicios en el gimnasio y en la piscina.