En el 2000, 2.250 pidieron su salida, pero sólo se concedió a un total de 1.951 Los soldados profesionales no pueden romper su contrato laboral como cualquier otro trabajador. Defensa multa hasta con dos millones a cada soldado que se despide. Trillo no ha regulado las causas que les permiten dejar el Ejército, a pesar de que la Ley de Personal de las Fuerzas Armadas, aprobada hace más de dos años, conminaba al Ministerio a crear un reglamento para establecer los motivos por los que un soldado puede abandonar. En el 2000, 2.250 pidieron su salida, pero Defensa sólo se la concedió a 1.951.
17 jul 2001 . Actualizado a las 07:00 h.El diputado del BNG Carlos Ignacio Aymerich, que ha estudiado casos concretos, asegura que estos contratos «con letra pequeña» contemplan unas indemnizaciones que «en algunos casos alcanzan los dos millones de pesetas». Tras la firma de su contrato -antes de jurar bandera- los soldados están obligados cumplirlo íntegramente. En ausencia normativa, los militares de tropa están obligados a cumplir la totalidad del compromiso que hayan firmado. Sólo en casos muy excepcionales, para determinados destinos, se permiten contratos de año y medio. El incumplimiento de los plazos firmados acarrea multas en concepto de «resarcimiento al Estado». Los militares pueden dejar las Fuerzas Armadas en los tres meses de instrucción. Tras la firma de su contrato -poco antes de jurar bandera- están obligados a su cumplimiento íntegro. El soldado no puede acudir a la legislación laboral civil. La mencionada Ley 17/1999 regula en su artículo 148.3 los motivos por los que el contrato entre el Estado y el soldado puede quedará roto: pérdida de la nacionalidad española; condena por delito doloso; cumplimiento de los 35 años; imposición de sanción disciplinaria extraordinaria; insuficiencia de facultades profesionales o condiciones psicofísicas; o la adquisición de la condición de funcionario, Guardia Civil o militar.