El ministro de Administraciones Públicas, Jesús Posada, afirmó ayer en Melilla que la inmigración debe verse como un «fenómeno positivo», porque sin ella y ante la producción «creciente año tras año» y la evolución demográfica que ha experimentado el país durante la última década, España se enfrentaría a «un problema de imposible solución». Jesús Posada, que participó en una reunión de la Junta Directiva Regional del PP de Melilla, dijo a los dirigentes populares que si el país no recibiese inmigrantes o tuviese «dificultades» para contar con ellos, la sociedad española «tendría que cambiar totalmente su sistema porque no podría funcionar tal como la tenemos concebida». También causa problemas El ministro de Administraciones Públicas subrayó que la inmigración es «positiva» tanto para el país de recepción como para la persona acogida, siempre que se integre socialmente, aunque dijo que sería «hipócrita» no admitir que también causa problemas «y más en los sitios más cercanos» a los países originarios de los flujos migratorios como Melilla, Ceuta, Andalucía o Canarias. Pese a estos «problemas» insistió en que la inmigración debe verse como un «fenómeno positivo, tal como la conciben el Gobierno y la propia sociedad española».