En Marea se lleva en Lugo el tercer diputado del PP, al que aboca a una crisis

E. G. Souto, M. C., T. Taboada LUGO / LA VOZ

ELECCIONES 2016

Óscar Cela

El PSOE resiste en el conjunto de la provincia, pero sufre un revolcón en la capital

21 dic 2015 . Actualizado a las 07:47 h.

De los cuatro diputados que le corresponden a Lugo, hasta la pasada legislatura tres eran del PP y uno del PSOE. La potente ola electoral que logró levantar En Marea se llevó por delante el tercer diputado de los populares en Lugo. El partido que tiene por cabeza de lista en la provincia lucense al escritor Miguel Anxo Fernán-Vello irrumpe en el panorama político provincial con la fuerza que le dan sus 38.564 votos (escrutado el 99,23?%), que lo sitúan a 9.500 por debajo de los socialistas y a 31.424 por encima de Nós-Candidatura Galega. El Partido Popular, que cae de 121.422 votos a 85.165, queda seriamente tocado y ve consolidarse y crecer a su costa a Ciudadanos, que no consigue escaño, pero sí un resultado alentador: 15.249. El PSOE sufre un castigo (pasa de 61.357 votos en el 2011 a 48.083) pero mantiene su diputado. El partido de Gómez Besteiro acusa los embates por su izquierda y los arañazos a su bolsa de votos centrista, que hace aguas por la organización que lidera Albert Rivera. El Bloque, con una pérdida de 12.671 votos, confirma su esperada caída descontrolada y su incapacidad para conectar con el electorado.

El paisaje parlamentario que desde la perspectiva lucense abre el resultado de las urnas tiene cierto parecido con el que se dio en los años 1979 y 1982, convocatorias en las que Lugo tuvo representantes en el Congreso de tres partidos (PP, UCD y PSOE), si bien esta vez la balanza se inclina a la izquierda.

En la casa popular había un notable temor a perder el tercer diputado. De hecho, según aseguran algunas fuentes, pocos días antes del final de la campaña el presidente provincial, José Manuel Barreiro, se mostró convencido, en una reunión celebrada en la sede popular en Lugo, de que la provincia estaba respondiendo muy bien, pero no veía nada clara la situación en la capital. Hubo quien entendió, pese al tono florentino usado por Barreiro, que era una clara llamada de atención al presidente local del PP y portavoz municipal, Jaime Castiñeira. Ayer, a última hora de la mañana, alguno de los veteranos que formó parte de los equipos electorales imbatibles de Cacharro Pardo comentaba que no veía disposición militante en su partido para frenar la sangría de votos. Así las cosas, serán Joaquín García Díez y Jaime de Olano los representantes del PP lucense en el Congreso.

El diputado electo de En Marea, Miguel Anxo Fernán-Vello, dijo ayer que «Lugo ten o primeiro deputado nacionalista de esquerdas» y cree que el resultado electoral constituye «un volco histórico na provincia», que forma parte de «un cambio histórico en Galicia, en xeral».

Para el secretario xeral del PSdeG, Gómez Besteiro, mantener el diputado por Lugo, su provincia, es una muy buena noticia, como lo es que, traducido en porcentaje, la pérdida que sufre es relativamente pequeña (pasa de 28,35?% a 24?%). Pero tiene un sabor amargo, porque en la capital de su partido pasa a ser la tercera fuerza, por detrás del PP y de En Marea. Es el precio que pagan los socialistas, entre otras cosas, por la extraña política practicada tanto en el Ayuntamiento de la capital como en la Diputación, ambos organismos con presidentes (Darío Campos y Lara Méndez) que no tenían ningún interés en asumir tales responsabilidades y que no acaban de diseñar políticas claras. Para la casa socialista abre días difíciles el hecho de que En Marea sea la segunda fuerza política en más de media docena de concellos.

Ciudadanos se asienta

Ciudadanos, aun sin conseguir escaño, se abre un hueco en la política provincial, en la que ya en las pasadas elecciones locales puso su pica en Flandes al lograr dos plazas en la corporación municipal de la capital. Y eso prácticamente solo con el tirón del líder nacional, Albert Rivera. No son, reconoce la recién nombrada portavoz para Galicia, Olga Louzao, los resultados esperados, pero es un resultado que muestra el camino a seguir.

Los socialistas pagan los líos en el partido y en la Diputación y el Concello

En la capital de la provincia, la caída del PP es grande, pasa de 28.042 votos (50,17?%) en el 2011 a 19.934 (35,22?%). Este acusadísimo descenso parece corresponderse con los tristes augurios de los afiliados más críticos con respecto a la situación del partido en la capital. Para los socialistas las cosas tampoco pintan bien, porque ceden la segunda plaza a En Marea, que se estrena con 13.963 votos, que representan el 24,67%. El PSOE paga en la ciudad amurallada las consecuencias de sus aventuras en la Diputación y en el Ayuntamiento, así como de sus conflictos internos. Pasa de 17.998 votos (32,20?%) a 12.533 (22,15?%). Duplican, eso sí, los votos logrados por Ciudadanos (6.237). Nós-Candidatura Galega, es decir, el Bloque, pasa de tener 4.386 votos en las anteriores elecciones generales a 1.731 (3,06?%).