3) El asalto a los cielos tendrá que esperar
La crisis no se ha superado. O peor aún, una parte muy relevante de la sociedad, joven, urbana y bien formada, considera que en la recuperación económica que dibuja la evolución del PIB han sido dejados atrás. La barca ya no está varada en la orilla, pero ha zarpado sin buena parte de los que se bajaron a empujar. Pablo Iglesias no ha logrado asaltar los cielos, pero definitivamente ha reventado el tablero político español, tras dos avisos en las europeas y las municipales. Hay un montón de gente en España que no tiene miedo de que el sistema salte por los aires, porque ya no están en el sistema. Y nadie hasta ahora ha hecho nada para recuperarlos. Hay otra parte de voto podemita que probablemente tienen miedo de que Pablo Iglesias sea presidente del Gobierno. Pero les ha dado igual. Ha primado el voto de castigo, aunque las promesas de Podemos sean, en el análisis más benigno, tan poco creíbles como las de Syriza. «La remontada» ha sido, tras «la casta» y «las puertas giratorias», el último éxito del laboratorio de ideas-fuerza de Errejón.
4) Ciudadanos: de la teoría a la práctica...
Partía con el candidato mejor valorado en todas las encuestas. Además, Rivera se había rodeado de gente de muchísimo nivel académico y gran prestigio internacional. Pero se ha demostrado que hay un trecho entre la teoría y la práctica, que la lección magistral de Harvard y el paper de escuela de negocios están lejos de la calle. Ciudadanos se presentó con el programa más rompedor en educación, relaciones laborales. Pero no consiguió que se debatiera. Era el único partido que le preguntaba al votante cómo quiere que sea España dentro de 30 años, pero ese programa ha llegado al gran público hecho añicos: nos quedamos con que quieren rodar Juego de Tronos en la Garita de Herbeira y bajarle el IVA a la Orquesta Panorama. ¿La razón? Sacaron muy deficiente en la asignatura de la política. Mientras Podemos ha demostrado una capacidad brutal de penetrar en el tejido social de las ciudades, Ciudadanos ha ido configurando las listas provinciales con un folio en el tablón de anuncios en el que se anotaba la gente por orden de llegada.
5) La campaña electoral gallega empieza esta noche
El BNG no hizo una mala campaña. Por primera vez en mucho tiempo presentaba una cara amable, un discurso en positivo, pero el pecado capital de la UPG estaba sin purgar. El gran batacazo no es solo quedarse fuera de las Cortes por primera vez en veinte años, sino que el gran sueño del nacionalismo, tener grupo propio en Madrid, lo ha conseguido la Marea, precisamente la amalgama que se gestó en su seno.
El éxito de AGE primero y la Marea después (precisamente el laboratorio en el que germinó Podemos) es el símbolo del fracaso del Bloque, pero también del PsdG. Enfangado en luchas internas, y las que quedan por venir, los socialistas gallegos vuelven al tercer puesto del pódium por primera vez desde 1997. La izquierda gallega había tirado la toalla frente al PPdG, pero en octubre habrá partido. La campaña de las autonómicas ha comenzado esta noche. Si en el panorama español el tablero ha saltado por los aires, en Galicia, a diez meses de las elecciones y sin que sepamos quién va a ser el candidato de ningún partido, el tablero se ha volatilizado.