A votar con el paraguas y el abrigo

Antía Urgorri Serantes
Antía Urgorri REDACCIÓN / LA VOZ

ELECCIONES 2016

MARTINA MISER

Un frente que atravesará Galicia en la madrugada del sábado al domingo dejará el 20D lluvias, aire frío y viento fuerte, aunque en algunos momentos se abrirán claros

18 dic 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Galicia vive esta semana a medio camino entre las altas y las bajas presiones, con días de temperaturas agradables y sin precipitaciones, y otros de lluvias y bajada de las máximas. El 20D estará dentro de estos últimos. José Hierro, responsable del grupo de predicción de la delegación de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en A Coruña, explicó que Galicia vivirá en la jornada electoral un pequeño temporal con viento, lluvia y entrada de aire frío. «El anticiclón se situará en el sur de Europa y viene un frente que afectará a la comunidad en la madrugada del sábado al domingo». Tras el paso de las bajas presiones, se producirán dos consecuencias: por un lado, la entrada de aire frío, lo que provocará un desplome de las temperaturas, muy por debajo de los valores alcanzados estos días, y por el otro, chubascos intermitentes.

Las máximas el día de las elecciones se situarán en torno a los 15 grados, más propias de la época del año. El contraste térmico será acusado con respecto al día anterior, cuando la entrada de viento de sur volverá a dejar valores cercanos a los 20 grados.

Aunque por lo general habrá que coger el paraguas para ir a votar, José Hierro destacó que en algunos momentos del día empezarán a remitir los chubascos y a abrirse claros. El mal tiempo se notará además en el mar, con vientos de fuerza 7 y olas de entre 5 y 6 metros.

La izquierda, más perjudicada

Sobre si el mal tiempo puede favorecer o perjudicar la participación electoral, hay varios estudios que revelan que sí. No obstante, cifran el grado de influencia en apenas medio punto porcentual. La lluvia es perjudicial para unos comicios, aunque es la izquierda la que sale peor parada, apunta un informe de Joaquín Artes Caselles, profesor de Economía Aplicada en la Universidad Complutense de Madrid. «Los conservadores se ven menos afectados por el aumento de los costes de ir a votar y son más propensos a ejercer el derecho al voto», sostiene el informe.

Cuando una persona decide acudir a las urnas, dice el estudio, valora los beneficios y costes que se deriva de esa acción: «Los beneficios son que gane el partido preferido y la probabilidad de cambiar el resultado de las elecciones; sin embargo, los costes son la incomodidad del desplazamiento, hacer cola o soportar las inclemencias climatológicas. Cuando el coste es mayor que el beneficio, se decide no ir».

Precipitaciones solo en una de las tres últimas citas generales

De las tres últimas citas electorales generales, en el 2004, el 2008 y el 2011, solo en una de ellas hubo chubascos y frío. Fueron los comicios del 9 de marzo del 2008, en los que Zapatero ganó sus segundas elecciones. Ese día no acudieron a las urnas el 24,6 % de los gallegos censados. Hubo lluvias generalizadas y la máxima se situó en 12 grados, pese a que la primavera estaba a punto de empezar. En las otras dos jornadas electorales el tiempo fue más benévolo, aunque sí hubo nubes y alguna lluvia débil. La abstención fue especialmente baja en 2004, tras los atentados del 11M.