Podemos asegura que a Gómez-Reino le hackearon la cuenta de Twitter en la que le reprocha a Ferreiro los resultados del 26M

S. Luaña / X. Gago REDACCIÓN / LA VOZ

ELECCIONES 2020

A. Manso, X. A. Soler

El partido morado teme que el exalcalde de A Coruña encabece una candidatura a la Xunta

13 nov 2019 . Actualizado a las 13:24 h.

El secretario xeral de Podemos Galicia lo dijo ayer bien claro: «Comezou a carreira para acabar con Feijoo e co PP na Xunta de Galicia», indicó Antón Gómez-Reino antes de valorar los resultados electorales en los que él y Yolanda Díaz revalidaron los dos escaños que ya tenían por A Coruña y Pontevedra. Y en esa carrera, Galicia en Común (la marca gallega de Podemos) se postula ante Gonzalo Caballero como socio indispensable del PsdeG. Pero no solo ante los socialistas; una candidatura que pueda hacer frente a Feijoo y al PP necesita del apoyo del BNG, y como ningún voto podrá ser desperdiciado, también de otras fuerzas del espacio nacionalista y rupturista como Anova, o incluso, aunque menos probable, En Marea.

Distintas fuentes aseguran que Xulio Ferreiro se está planteando liderar una candidatura para las autonómicas. Oficialmente, Ferreiro no se pronunció al respecto, pero pese a que dejó la primera línea política cuando el 26M fue derrotado en las urnas, se dejó ver en el Parlamento de Galicia con motivo del debate sobre el estado de la autonomía y en otros foros políticos.

El lunes, en plena resaca de los resultados electorales del 10N, el exregidor herculino hizo una reflexión en las redes sociales en la que llamaba la atención sobre la pérdida de la mitad de los votos del espacio rupturista gallego entre el 2015 y la última cita con las urnas. Hace cuatro años, En Marea alcanzó 408.372 votos, y ahora, la suma de Galicia en Común y Más País se queda en los 208.734. Por eso, Ferreiro animó a pensar en «que erros» se habían cometido «para dilapidar tanta ilusión», si bien consideró posible ilusionarse de nuevo: «Xa o fixemos unha vez, podemos facelo de novo».

En el entorno de la izquierda rupturista gallega se entendió este mensaje como un desafío a Podemos y a Gómez-Reino, con quien Ferreiro fundó la Marea Atlántica. De hecho, el tuit del exalcade no tardó en ser respondido desde una cuenta encabezada con el nombre del diputado de Galicia en Común y secretario xeral de Podemos Galicia: «Anda. Y consultando los resultados de este progre ex-BNG hay que recordarle que en 2015 sacó 36.842 , y en 2019, 25.200 votos. Perder ? de los votos que tenías en cuatro años y gobernando. ¿Autocrítica? Ninguna… Y ahora, como si nada, aparece sugiriéndese para las gallegas».

El mensaje no tardó en desaparecer de las redes sociales, y Podemos Galicia asegura que es falso y que a Gómez-Reino le hackearon la cuenta de Twitter. Según fuentes oficiales del partido morado, fue el propio Xulio Ferreiro, que según dichas fuentes sigue manteniendo una buena relación con el secretario xeral de Podemos Galicia, el que advirtió a Gómez-Reino de que se estaban escribiendo mensajes en su nombre. Ahora investigan la autoría del supuesto hackeo. 

Ruptura entre los fundadores de la Marea Atlántica

Como Xulio Ferreiro, Antón Gómez-Reino es uno de los fundadores de la Marea Atlántica de A Coruña. Pero mientras el primero intentó trazarse en el 2015 un perfil de profesional casi recién llegado a la política, similar al de Manuela Carmena, destacando que había sido juez y dejando a un lado su ex militancia en el BNG; el segundo era considerado el hombre de Pablo Iglesias en Galicia.

Esa conexión con el líder de Podemos fue clave en la campaña de las municipales del 2015. El mitin que dio Iglesias en Palexco disparó las posibilidades de la Marea, cuyo cabeza de lista era hasta entonces casi un desconocido.

Pero la ayuda no fue recíproca. En las elecciones generales de abril, la asamblea de la Marea Atlántica, firmemente controlada por el sector de Ferreiro, decidió no apoyar a ningún partido. La maniobra, que de cara a las municipales pretendía salvaguardar a la Marea del previsible bajón de Podemos, fue considerada una «cobardía» por los críticos, que creían que se debía devolver el apoyo a Podemos y ayudar a plantar cara a la ultraderecha.

Pero la decisión se mantuvo. Ferreiro se negó a revelar a qué partido apoyaba, algo insólito en un alcalde, y no acudió a ninguno de los actos programados en A Coruña por Irene Montero y Pablo Iglesias. Sí lo hicieron concejales como Xiao Varela o el exsenador José Manuel Sande, también fundadores de la Marea. Ambos mantienen buena relación con Gómez-Reino, con quien coincidieron en los movimientos sociales coruñeses.

La brecha se agrandó en la preparación de la lista para las municipales, Podemos intentó situar a un candidato en puestos de salida. El sector de Ferreiro lo impidió y se tuvieron que conformar con el octavo puesto, fuera del margen de las encuestas. La campaña de la Marea fue totalmente personalista, centrada en Ferreiro y sin el apoyo de Iglesias u otra figura nacional. Planteadas como un plebiscito sobre su figura, la Marea perdió cuatro ediles y la alcaldía.

Ferreiro se marchó. En su rueda de prensa de despedida encumbró como delfín a su asesor, Iago Martínez, que pudo entrar en la corporación cuando su exjefe renunció al acta. Martínez había sido corresponsable de la mayoría de las decisiones estratégicas del partido desde mediados del mandato pasado, cuando ambos purgaron a Alejandro Rodríguez, otro de los cofundadores de la Marea, que ejercía de responsable de comunicación. 

Tras la marcha nunca total de Ferreiro, Martínez mantuvo el control de la asamblea, fue nombrado viceportavoz y coordinador político, y desplazó a Xiao Varela, ex hombre fuerte del gobierno local, de cualquier puesto de calado.

Pese a la derrota electoral, la estrategia se mantuvo y la Marea volvió a ponerse de perfil en las generales. Pero se dio un paso más, cuando la asamblea ordenó a sus cargos electos que no acudiesen a actos de campaña, para evitar los contrastes que se habían visto en abril. La decisión causó un fuerte revuelo interno, pero no evitó que Varela acudiese a distintos actos de Podemos, entre ellos un mitin de Pablo Iglesias, y que él y Sande acompañasen a votar a Gómez-Reino. Justo después de las elecciones, tras evitar mojarse en la campaña, Ferreiro reapareció en Twitter.