El Cocido de Lalín triunfa y extiende su reinado a todo el año

Rocío Perez Ramos
Rocío Ramos LALÍN / LA VOZ

LALÍN

La Feira desbordó los restaurantes que tienen ya reservas para los próximos meses

05 feb 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

El buen tiempo animó una edición de la Feira do Cocido que desbordó las calles y los restaurantes de visitantes. En las casas, el olor inconfundible del plato se extendía ya el sábado por las escaleras de vecinos, donde ayer el que más y el que menos recibía invitados. El cocido, que tiene en Lalín su capital, suma cada año más adeptos, tantos que extiende ya su reinado a todo el año. De hecho hay restaurantes que ya tienen cerradas reservas hasta cerca del verano. Una estación en la que el plato es también cada vez más demandado, entre otros, por peregrinos que atraviesan esas tierras rumbo a Santiago de Compostela.

En esta 56 edición, la escritora y poeta, Yolanda Castaño, dio el pregón, convirtiéndose en la séptima mujer en hacerlo. Antes de eso ya se subiera al estrado en la capital dezana, recordaba ayer, en una Feira do Libro, y para dar el pregón del Cocido do Orgullo. En el Libro de Honra del Concello, después de ser investida comendadora, escribió en espiral: «que a miña aperta bula, rebula, referva e abrace toda a vila de Lalín nun cocido capaz de integrar na mesma pota a unión, a solidaridade, empatía e a alegría de vivir que aquí hai. Grazas!».

Castaño recibió la capa de manos de otro comendador, el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda. En la Encomenda, a golpe de cucharón, se sumaron a este club otros seis. Vázquez Portomeñe lo hacía con palabras de Virgilio comparando los mil verdes, castros y ríos de Lalín con el paisaje que Pombal describía en la letra del Himno Galego, una tierra del corazón de Galicia «onde vive a súa esencia». El pintor lalinense Antón Lamazares fue el encargado de poner la capa a Belén Xestal, que ayer volvió a presentar el desfile. Michel Durrieu, de Huttopia, bromeó con el alcalde, José Crespo, que «hizo algo que no me esperaba en Galicia: me dejó a su mujer» agradeciendo al regidor el trato asegurando que en Lalín encontró una familia.

El alcalde de O Carballiño, Francisco Fumega, al que le puso la capa José Blanco, destacó los lazos de ambas localidades, ambas con veteranas fiestas gastronómicas de interés internacional mientras que Rafael López, jefe de Oncología del CHUS, habló del sueño de su equipo de erradicar el cáncer. Al alcalde de Madrid, José Martínez Almeida, le tocó ponerle la capa al conselleiro de Medio Rural, José González, que desgranó los requisitos necesarios para degustar un buen cocido. Fue una Encomenda que contó con la asistencia de un numerosísimo grupo comendadores que ayer cumplieron su juramento comiendo un cocido.

Buenas ventas y afluencia en la carpa de productos

La Carpa do Cocido no fue ajena a la enorme afluencia de público de esta edición y se saldó con buenas ventas de todo tipo de productos en un abanico que iba desde los embutidos a la miel o los quesos. Los visitantes se quedaron sorprendidos por momentos por el desembarco de políticos de diferentes colores a los que pudieron ver de cerca.

La comida oficial se cerró con queimada cuyo conjuro realizó Xacobe Pérez Paz pidiendo espantar el meigallo a Rueda. Crespo agradeció el trato al presidente de la Xunta y a sus conselleiros y a Rajoy, que fue pregonero y es comendador, le recordó que hacía años que no venía. A Yolanda Castaño, a quien le había ya impuesto la medalla de Lalín, le entregó un Testiño y una serigrafía de Barreiro del cartel realizado por este, y un Naranxo a Fernando Pereira, autor del cartel de este año.

Música, baile, color y el sabor de lo auténtico en las carrozas etnográficas 

El desfile llenó las calles con el colorido de las comparsas, el baile, la música y el sabor de lo auténtico con carrozas tradicionales presentadas por colectivos lalinenses. La ganadora fue la de la parroquia de Sello. Bajo el nombre de Os Canteiros, los vecinos representaron fielmente este oficio. La plataforma fue remolcada por un tractor Barreiros de 1961 restaurado. Cubierta de hierba auténtica, con un pino y todo, se podían ver diferentes trabajos de cantería, entre ellos una fuente funcionando. Los vecinos realizaron en directo la extracción y el corte del granito completando la escenografía con un molino que molía movido por la fuerza del agua. Se llevaron los 2.000 euros del primer premio, 500 de ellos los donarán al servicio de Oncología del hospital de Santiago.

El segundo premio fue para los Cabaleiros de Lalín, con 1.500 euros, con O Muíño dos Cabaleiros con el hórreo dos caseiros, y un molino celta auténtico. El tercer puesto, con 1.000 euros, fue para la Malla de la cooperativa ganadera de Botos y el cuarto para el grupo de baile A Carballeira de Cercio que recreó la primera Feira do Cocido con tuna de Santiago incluida y vecinos dando vida a personajes como Cunqueiro, que fue el primer pregonero. El desfile lo abrió Don Cocho, un personaje de la feria al que da vida Luchi Iglesias, que también fue el artífice de los cabezudos de Laxeiro, inspirados en personajes del cuadro A Familia da Romea, presentes también en la fiesta.

  El célebre cerdo Queitano fue el encargado de cerrar una larga comitiva que contó con la animación y los espectaculares trajes de Os Miúdos de Arcade, Os Remolóns de Vilagarcía, Luces de Tomiño, Os da Caña de Marín y Cor Café de Pontevedra, fieles a esta cita y que volvieron a sorprender con sus propuestas. El Entroido tradicional estuvo representado por Os Vellaróns de Riós en un desfile al que se sumaron un gran cerdo realizado con globos presentado por el centro comercial Pontiñas de Lalín y las gaitas de Os Dezas de Moneixas y Carballo da Manteiga.