Cáritas Parroquial de Lalín afronta una completa reestructuración

amelia ferreiroa LALÍN / LA VOZ

LALÍN

MARCOS MÍGUEZ

Delegados diocesanos aportarán ideas para diseñar la nueva estructura

12 dic 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Cáritas Parroquial de Lalín afronta una profunda reestructuración en su funcionamiento; buscando un voluntariado más preparado para dar respuesta a las necesidades que se presentan, además de poder contar con un grupo más numeroso de personas dispuestas a ayudar. En Cáritas, la organización oficial de la iglesia católica en España para la acción caritativa y social que instituyó la Conferencia Episcopal, «necesitamos de todos y nos necesitamos todos pero era precisa una reestructuración para prestar un mejor servicio», insiste el padre Carlos Salazar.

Los cambios que se irán plasmando en la organización se perfilarán paulatinamente y después de un encuentro de delegados diocesanos previsto para mañana en Silleda «que servirá para ayudar en puesta en funcionamiento de la nueva estructura». Un voluntariado más preparado que pueda resolver las dudas de quienes se acerquen a la organización es una de las metas incluidas en el nuevo organigrama funcional de Cáritas parroquial. «Llegan emigrantes que necesitan saber que pueden hacer para regularizar su situación en el país, necesitamos pues de un abogado, una trabajadora social, un carpintero, un médico... la caridad no tiene límites y estamos abiertos para todos los que quieran colaborar y ayudar», dijo.

Entrega de ropa y calzado, junto a recogida y envío de medicamentos a Venezuela

La llegada masiva de familias enteras de venezolanos a Lalín también se deja sentir en Cáritas. Un número difícil de contabilizar, según el padre Carlos, pero que probablemente seguirá creciendo en los próximos meses ya que «200.000 personas salen diariamente de Venezuela y algunas regresan aquí, a la tierra de sus abuelos o padres buscando algo mejor». Situaciones complicadas a las que intentan dar respuesta organizaciones como Cáritas ya que «muchas familias salen del país sin nada por la cruel dictadura y muchas veces llegan solamente con lo puesto, nosotros ayudamos con lo que podemos; fundamentalmente con ropa y calzado», explica el padre Carlos.

Desde la parroquia de Lalín se actúa en dos frentes de trabajo: el que se lleva a cabo en la propia parroquia para con los retornados y con quienes lo precisan en la entrega de enseres y el que se realiza desde Lalín hacia Venezuela. «Este segundo frente consiste en recoger medicamentos que estén en buen estado, y a través de la parroquia los mandamos hasta Venezuela; más concretamente a Barcelona y Puerto La Cruz donde está el Hospital General de Oriente para ayudar allí a las personas que tienen necesidad de algún tipo de medicación». Un grupo de personas de Cáritas, que opera en la parroquia Divina Pastora, donde estuvo con anterioridad el padre Carlos, se hace cargo de la distribución de los medicamentos enviados desde Lalín.