El gobierno de Lalín refrenda la aconfesionalidad del Concello

Olimpio Pelayo Arca Camba
o. p. arca LALÍN / LA VOZ

LALÍN

Los 11 votos del gobierno sirvieron para respaldar la aconfesionalidad institucional del Concello de Lalín.
Los 11 votos del gobierno sirvieron para respaldar la aconfesionalidad institucional del Concello de Lalín.

Las apelaciones de Crespo a la conciencia de cada edil no generaron fisuras en CxL

29 abr 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Los 11 votos del gobierno local se impusieron a los 10 del PP para refrendar la moción que promueve la libertad de conciencia y la aconfesionalidad institucional del Concello de Lalín. Lara Rodríguez Peña (APAC) defendió el texto, sin comprender la polémica generada cuando el propio Papa Francisco «defende a laicidade do Estado», separar el poder político y religioso, no de quitar cruces de hórreos o quemar iglesias. Si la moción pudiese tener una analogía sacramental, sería la confirmación: «Trátase de plasmar aquí a Constitución», dijo Peña. Pero no la considera innecesaria, a la vista de las propias reacciones que generó la moción, que muestra que la sociedad no es capaz de enfrentarse a temas tabú como la religión: «O primeiro paso para que algo exista é verbalizalo, por iso presentamos esta moción».

Habló luego el socialista Casares, quien puso un par de ejemplos de políticos que usan la religión, como Fátima Báez ?«deixou en mal lugar á Virxe do Rocío, porque dixo que nos ía sacar da crise»? o Jorge Fernández, aficionado a condecorar a santos.

En la réplica, Crespo (PP) justificó el revuelo ante la que considera «moción máis esperpéntica que veu a este pleno na historia da democracia». Lo atribuyó a «ir de progre pola vida», y a las cesiones precisas en un gobierno pluripartidario: «Pero as preocupacións dos lalinenses son outras», del paro a la economía dijo, antes de reiterar que la moción creará división entre los lalinenses: «Entendo que APAC o queira sacar adiante, pero non entendo que o grupo de goberno a faga súa». Criticó que el texto apunte lo que debe hacer toda la corporación, «eso é propio de gobernos totalitarios».

Peña negó que se genere división, ni que el texto ofenda a los católicos, indicando que piensan también en quienes profesan otras religiones: «Respectámolas todas, pero fóra do papel institucional». Crespo intentó romper la disciplina de voto en CxL, con una apelación a la conciencia de cada uno, y nombrando a «Teresa [Varela], que foi catequista, Juan José [Cruz] e Tomás [Vilariño], que son máis relixiosos ca min» para rebelarse y votar en contra. No hubo caso.

Crespo plantea qué pasará con locales sociales donde hay misas

«Espero que a Igrexa tome nota e actúe, porque unha cousa é o que o alcalde di que lle dixeron [los obispos], e outra o que realmente lle dixeron», dijo Crespo, que aludió a la importancia del santuario de O Corpiño para Lalín. El líder popular puso sobre la mesa cuestiones concretas que chocan contra el texto aprobado ayer: «En centros sociais como os de Lebozán e Palio, faise misa alí. ¿Vanlle quitar a misa aos veciños?. ¿E que van facer coa capila do cemiterio municipal, que ten unha cruz tremenda, vanlla quitar?», preguntó, porque de lo contrario se incumpliría la moción aprobada ayer.

Calles dedicadas a religiosos

También planteó el portavoz de la oposición qué se hará con calles dedicadas a religiosos, incluso con unanimidad de la corporación: citó entre otras la rúa Padre Oro, dedicada al franciscano lalinense, o la que honra a quien fuera obispo de Lugo, Fray José.

Después del ambiente caldeado de la última semana, Crespo cuestionó que se entrase en cuestiones personales: «Eu estou divorciado, pero non son menos cristiano que vostede, porque non son hipócrita», espetó a Cuíña, recordando que el humanismo cristiano impregna hasta a los no creyentes.

Cuíña irá a las procesiones, pero se plantea dejar la presidencia y estar «no medio do pobo»

«Son cristiano, católico, e intento representar a todos os lalinenses de calquer credo e forma de pensar». Así comenzó el alcalde, Rafael Cuíña, su intervención en el cierre del debate sobre la moción. Analizó la relación Iglesia-Estado, desde el concilio Vaticano II al papado de Juan Pablo II, de quien recordó su enfrentamiento con la Teología de la Liberación, señalando que el marxismo está más cercano a Jesús que el liberalismo. Así hasta Francisco, un «Papa moderno que fala sen tapuxos da laicidade, e vai máis alá que moito carca en temas relixiosos».

Reiteró Cuíña que no estaba cómodo con esta moción ?dijo que los concejales de su partido son religiosos?, pero la lleva a pleno porque «non se pide nada que non diga a Constitución». En esa línea, dijo que CxL no plantearía este texto, «pero o entendemos» porque no supone nada contrario a lo ya marcado en la legislación. El alcalde dijo entender el desgaste político que buscó el PP.

Varió su postura en lo que se refiere a la asistencia a las procesiones al frente de las autoridades civiles: «Non está decidido, pero seguramente non irei presidindo as procesións, pero si no medio do pobo», después de recordar que a diferencia de Crespo no lució el bastón de mando en la procesión de As Dores.

La intervención concluyó apuntando a Crespo que «de vostede e de Ramiro Ruibal, leccións de cristianismo, ningunha», ante un portavoz del PP que repetía: «Ten o poder, pero non ten a razón». El gobierno tiene el poder, y los votos: y Lalín es, formalmente, aconfesional.