Ton van Vliet: «Cuando hice las fotos de Agolada no me imaginé un libro 44 años después»

Rocío Perez Ramos
Rocío Ramos LALÍN / LA VOZ

AGOLADA

Eutropio Rodríguez

El día 8 se presenta «O pálpito interior», editado por A Central Folque

06 oct 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Este sábado, día 8, a las 20.00 horas, se presenta en la parrillada Agolada el libro O pálpito interior, en el que se recogen las fotografías realizadas por el fotógrafo Ton van Vliet (Terborg, Holanda, 1956) en los años 70 y 80. Editado por A Central Folque y con texto de Luisa Castro, escritora y directora del Instituto Cervantes de Dublín la publicación, que se presentaba ayer en Santiago de Compostela, acaba de salir de la imprenta. Ton van Vliet mostraba su satisfacción por este trabajo realizado de la mano del fotógrafo compostelano Eutropio Rodríguez como editor. Comentaba Ton que «cuando hice las fotos en Agolada nunca imaginé que 44 años después iban a estar en un libro». Para Eutropio este trabajo supone «facer un pouco de xustiza» indicando que «para mín está pagado xa só por coñecer a Ton (al que llegó a través de Facebook) e poder facer un traballo tan privilexiado. Con el todo foron facilidades. Involucrouse totalmente na edición»..Una labor que refleja y atestigua la vida cotidiana en el rural gallego de hace décadas.

La publicación forma parte de la colección Cámara Escura y podrá adquirirse en Agolada el día de la presentación, en librerías de Compostela y a través de la web www.folque.com. La primera vez que Ton van Vliet llegó a Agolada fue con un amigo en 1978 y desde aquella van «doce visitas». Aquel verano fue muy especial no solo por los lazos creados con el municipio y sus gentes, entre las que conserva grandes amigos, sino también por lo que supuso en su carrera profesional.

Salas de espera sanitarias

Cuenta que «lo de Agolada fue muy especial». El martes, Ton recorría Santiago con su mujer, y Eutropio. Por la mañana un pequeño derrame en un ojo llevó al fotógrafo al centro de salud y allí, mientras esperaban ser atendidos, surgió la posibilidad de un nuevo proyecto juntos. Eutropio cuenta que «levabamos falando da posibilidade outro traballo de fotografías e alí se nos ocurriu a posibilidade de facelo retratando ás salas de espera dos centros de saúde». Un universo que también puede servir de reflejo a la sociedad actual.

En su carrera profesional, explica Eutropio, Ton tienen trabajos ya vinculados al mundo sanitario como el realizado para mostrar el sistema hospitalario holandés. En su primer verano en Agolada, el fotógrafo holandés se encontró «a gente muy tranquila» y le sorprendieron «los carros de madera, la maquinaria agrícola muy anticuada. Era como retroceder en el tiempo», explica. Aquel primer verano del 78, él y su amigo Rossum, acabaron instalando la tienda de campaña en Ponte Vilariño y, comenta, que «iba todos los días a comer al Merendero do Arnego».Allí se enamoró de la cocina de nuestra tierra y no tiene más que elogios para la gastronomía gallega enumerando una retahíla de platos en la que no falta el pulpo, el churrasco o el caldo.

Ton van Vliet hizo fotos en Agolada para el examen final en la Academia de Artes. Estos días le contaba a Eutropio que llegó a Agolada hizo las fotos y regresó a Holanda en coche para enseñárselas a sus profesores. Era verano y al estar de vacaciones, al parecer se negaron a verlas con lo que «volveu subir ao coche cara Agolada para seguir facendo fotos». Explica que «viña sempre en coche e tiraba o saco no chan para durmir ao carón das rodas e logo seguía a marcha. Unha aventura de dous mil quilómetros».

A su mujer, Anneke Lukkezen, editora de profesión,Ton la conoció en un curso de fotografía en el que él era el profesor. El hijo de la pareja, Loek van Vliet, sigue la estela familiar como fotógrafo profesional. Fue seleccionado este año como participante de Descubrimientos 2022 de PhotoEspaña.

Para O pálpito interior, Ton emprendió una campaña de búsqueda para conocer los nombres de los vecinos a los que retrató. Cuenta que «Manuel Busto sabía ya de muchos de ellos y de otros acabé sabiendo cosas que desconocía» contactando con las familias. A los jóvenes fotógrafos les aconseja que «vayan a los sitios y saquen fotos, que hagan lo que les diga el corazón».