«Non foi o día». Con esas cuatro palabras resume Pablo Cacheda su visión del derbi provincial ante el Teucro, donde el Balonmán Lalín cuajó su peor partido de la temporada. Una derrota cimentada, para el técnico, en más de un motivo. En la parte negativa, los fallos en seis contras claras y las quince pérdidas de balón, a lo que sumó la expulsión de Roberto Álvarez para disputar el segundo tiempo y la ausencia del lesionado José. A ello se sumó la excelente actuación bajo palos del portero teucrista Federico. En lo positivo, Cacheda apuntaba ayer que pese a esos malos números que podría haber significativo una derrota muy abultada no perdieron la cara al partido e incluso hubo algún momento en la segunda mitad donde incluso se pudo soñar con la remontada.
La ansiedad en muchos momentos del segundo período, en la búsqueda de recortar diferencias, también pesó tras una primera mitad «na que estivemos medianamente ben, a pesares dos erros nos lanzamentos e en situacións cómodas». La pérdida de Roberto Álvarez restó potencial defensivo y lanzamiento exterior, apuntaba el entrenador rojinegro, que unida a la de José restó rotación en la primera línea.
Reconocía Pablo Cacheda que cada temporada hay uno o dos partidos de estas características, donde se acumula el desacierto en defensa y en ataque sin que funcionen las alternativas para revertir la situación. «Sempre hai días nos que non sae nada e tocou o sábado, agora toca esquecelo pronto e recuperarse destas malas sensacións nos adestramentos desta semana», incidía. Les toca visitar al Burgos, que volvía a competir con derrota tras un mes sin partidos por sendas cuarentenas debido al covid-19. Esperan que les falte ritmo y tener opciones a victoria.