Lalín augura otro mandato movido

Olimpio Pelayo Arca Camba
o. p. arca LALÍN / LA VOZ

DEZA

cedida

La oposición municipal vigila de cerca la labor de Crespo Iglesias desde el primer día

23 jun 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Hace siete días estas páginas recogían la toma de posesión de los alcaldes de la zona. Con especial interés se analizaban aquellas corporaciones en las que los resultados del 26M habían deparado un cambio en el bastón de mando. Las imágenes evidencian que la alternancia motiva siempre llenazos en los consistorios. Pasó, entre otros ayuntamientos, en Lalín.

José Crespo retornaba tras cuatro años en la oposición. Después de un mandato muy convulso, en el que el Juzgado trabajó como nunca con el Concello de Lalín, el traspaso de poderes fue modélico. Se dejaron atrás malos modos que nunca debieron entrar al castro tecnológico, y unos y otros supieron estar a la altura de quienes representan a todo un pueblo. Crespo agradeció públicamente el comportamiento, y entonó un mea culpa por la parte que le tocaba en los años anteriores. Rafael Cuíña recogió el guante del regidor de colaboración a la oposición, y ofreció cien días de gracia, tras su afectuosa felicitación al nuevo alcalde en medio del salón de plenos. Pero su partido, CxL, ya matizó el viernes que son 100 días de gracia «excepto algúns temas concretos».

Y es que en Lalín poco duró la calma. Apenas 24 horas después de la toma de posesión, el PSOE pedía ya explicaciones al nuevo gobierno municipal por el hecho de que las calles del centro hubiesen permanecido abiertas todo ese fin de semana. Se sumaron también CxL y BNG, mostrando un intenso control desde el primer día de la labor del gobierno local. El debate se prolongó toda la semana, en la que Crespo viajó los primeros días a Santiago a entrevistarse con conselleiros y altos cargos de la Xunta.

La oposición volvió a ejercer su labor fiscalizadora, sobre todo, tras el encuentro con el titular de Sanidade, recordando los incumplimientos hasta la fecha con el nuevo centro de salud, y haciendo ver a Crespo cuestiones que se dejó en el tintero, como reclamarle una nueva ambulancia. El alcalde criticó la situación administrativa del ayuntamiento, y abrió un nuevo frente para la ahora oposición.

Son posicionamientos en solo siete días que auguran otro mandato movido. Porque la mayoría absoluta de Crespo ha estado más reñida que nunca: la oposición lo sabe, y busca ya desde el primer día dar la vuelta al resultado en el 2023, al igual que el popular lo consiguió hace un mes.

CxL y PSOE unidos

Una oposición que en estos primeros compases deja ver dos grupos diferenciados: por una parte van CxL y PSOE, y por otra el BNG. Fue curiosa en precampaña la presentación conjunta por parte de galleguistas y socialistas -con candidatos que no formaban parte de la corporación?- de su propuesta de que el Concello adquiriese la carballeira de Barcia para un uso público: de las cuatro fuerzas del gobierno local en aquel momento, faltaban dos en la foto.

Y estaban en la imagen los dos grupos que en el pleno de investidura sumaron sus nueve votos para respaldar a Rafael Cuíña como alcalde, porque Vilariño votó en blanco. Ahora, en estos siete días de oposición, el nacionalista apuntó el miércoles una convocatoria a CxL y PSOE para estudiar medidas de presión y mantener abiertas las calles del centro. Un día después, ambos partidos presentaban un escrito conjunto en el Concello sobre la cuestión: de nuevo faltaba el BNG. La sintonía que hubo en el gobierno por el momento es mucho menor en la oposición.