El BNG lalinense expresó ayer su fuerte apuesta por el rural, con una «revolución» que girará alrededor de un pilar básico: el 55 % del presupuesto de inversiones del Concello irá destinado al rural si los nacionalistas llegan al poder. El planteamiento del Bloque se basa en que las oportunidades y comodidades sean similares a las que cualquiera puede disfrutar en una villa o ciudad, de forma que vivir alejado del núcleo de población de referencia no implique la pérdida de ningún tipo de bienestar o servicio.
En esa línea, el BNG lleva en su programa un paquete de 20 medidas. La primera es dotar de redes de saneamiento y abastecimiento a todos los núcleos de población; conveniar con la Xunta la construcción y puesta en marcha de un edificio administrativo de Medio Rural; un plan de movilidad del rural, configurando una red de servicio público de transporte y movilidad rural, al servicio asistencial de mayores, dependientes y juventud, optimizando recursos como el transporte escolar y creando una red colaborativa. Apuestan por puntos limpios en las aldeas, habilitados de forma permanente para recogida gratuita de plásticos agrícolas, productos fitosanitarios en desuso o medicamentos ganaderos, que se trasladarán luego a gestores autorizados. Incluyen además un plan global de mantenimiento de pistas y caminos de monte, e incentivos para plantar especies autóctonas cuando se corten eucaliptos y pinos. Sostiene el BNG que el futuro de Lalín no puede dar la espalda a su rural, con un potencial enorme que no se acaba de aprovechar.