La progresión del juego del Agolada por el momento no está encontrando recompensa en los resultados. Según avanzó la primera vuelta y en esta segunda su nivel ya se muestra parejo al de sus rivales, como ocurría este domingo ante la Sarriana, cuarta clasificada, pero no fue suficiente para ganar. «Temos mala sorte e creo que un empate houbera sido o resultado máis xusto», se lamentaba ayer Luis González Pichel, incidiendo en que pudo ganar también cualquiera de los dos equipos.
El único tanto para los lucenses llegó además con fortuna y en ese momento psicológico a pocos minutos de acabar la primera parte. El balón tocó en un poste, rebotó hasta el otro y tras botar dos veces hizo un extraño terminando en las mallas. Joel además tuvo una ocasión clara en un lanzamiento de falta detenido por el portero rival.
El entrenador dezano se mostró contento con el juego de su equipo, en ambas partes y tras introducir retoques en busca de un fútbol más directo con Pablo, que tuvo alguna opción de marcar. La nota negativa la protagonizaba Rozas, que ya no pudo saltar al césped, con Aitor jugando todo el partido a pesar de haber estado la semana con fiebre. «Facemos moito, xa non temos erros pero non damos gañado», resaltó.