Versos y amigos para recordar a Neira Vilas

Rocío Perez Ramos
Rocío Ramos LALÍN / LA VOZ

DEZA

Rober Amado

A Fundación celebró sus primeros 25 años con una fiesta en las Insuas de Gres dedicada al escritor y a Anisia Miranda

30 jul 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

A unos pocos cientos de metros de la casa de Neira Vilas y desde hace 25 años la Fundación que leva su nombre, se encuentran las Insuas de Gres, un escenario mágico donde el tiempo te atrapa y parece detenerse. Allí, bajo el rumor del Ulla y con la bandera de Galicia encima del escenario, amigos, familiares y vecinos se reunieron para recordar a Xosé Neira Vilas y a su esposa Anisia Miranda. Y que mejor forma de hacerlo que con la música y la palabra.

A diferencia de otros actos institucionales, el de ayer reunió a autoridades, artistas, escritores, poetas, pero por encima de los cargos y cualquier otra etiqueta profesional, fue una reunión de amigos, un encuentro de esa gran familia unida por un lazo común, su amistad con Neira Vilas. «Un home integrador», como lo calificó el conselleiro de Cultura, Román Rodríguez y presidente de honor de la Fundación y que se definía a así mismo como «un xornalista das palabras». Faltaban muchos más, pero seguro que los que ayer no pudieron asistir en carne y hueso en esa Insua dos Namorados, lo estuvieron con el corazón.

Ayer la Fundación Neira Vilas celebraba su 25 aniversario. Luis Reimóndez recordaba el origen de todo esto. Un acto organizado por su padre, Manuel Reimóndez que en 1982 colocó una piedra en las ruinas de la Casa do Romano, donde nació el escritor cruceño. Años después, Neira Vilas cedía la propiedad a la Xunta que construía la Fundación y una pequeña vivienda para el matrimonio, obra del arquitecto César Portela.

Por el escenario fueron actuando todos los incondicionales. Estaban Roi Casal, Manoele de Felisa, María do Ceo, Cesáreo Torres y Alejo Amoedo, Luis Vaamonde, Cándido Pazó, Voces da Terra, el poeta Xosé Fernández Abella y María Crespo, pero otros muchos en una lista extensa, tan grande como el corazón de Neira Vilas, llenaban las sillas. Muchas caras conocidas que no faltan en los actos de la Fundación. A todos ellos dio la bienvenida Fernando Redondo Neira en nombre de la familia.

De la Aldea do Couto, Tamara Lema interpretó a Balbina, esa nena de aldea; Eloy Mato demostró su virtuosismo con el acordeón e Iago Espasín sus dotes teatrales. María do Ceo pidió un viva para el autor de Memorias dun neno labrego después de llenar el espacio con su voz, acompañada en una de las canciones, por Manoele de Felisa. La dulce voz de Roi Casal interpretó la canción de amor más íntima escrita por Neira Vilas, dedicada a Anisia y con versos que dicen: «teño unha muller tan tenra que agarima e reconforta a miña pel galega» y finalizó su intervención a modo de regalo con la canción que él y Pablo Milanés grabaron en Cuba y que habla de amistad. La misma con la que el cantante despidió a Neira en su funeral para dejar el escenario no sin antes hacer un brindis al cielo.

Intervinieron además, entre otros, el diputado, Carlos López Font; el presidente de la RAG, Víctor Freixanes y el delegado de la Xunta en A Coruña, Ovidio Rodeiro. «O que desfrutaría ese home hoxe aquí», indicaba Casal y suscribíamos todos los que lo conocíamos, incluido Luis Reimóndez que destacaba lo mucho que le hubiera gustado poder vivir un momento como este «un fito tamén por chegar os 25 anos da Fundación e vela consolidada». Y también seguramente por vivir una fiesta con sabor a romería que rezumaba cariño. Por la tarde, las Insuas fueron escenario de un nuevo festival de Bandas.