Unións Agrarias (UU. AA.) solicita un plan de intervención en la zona que ponga coto al problema del lobo. Su secretario comarcla, Román Santalla, destacaba ayer los continuos ataques que se producen en la zona y los perjuicios que producen a los ganaderos. El sindicato planteará a la Consellería de Medio Ambiente en una reunión ya prevista varias cuestiones sobre este asunto.
Por un lado demandan que se lleve a cabo un control de la población de lobos para estudiar dónde están y cuántos son. Consideran que la comarca se encuentra dentro de los parámetros fijados por la Xunta que justificarían una posible intervención y alguna batida en el caso de que «a manada estivera fora de sitio», alegando el excesivo acercamiento de estos animales a las granjas. Unas de las razones que justificarían esta decisión, afirman, «son danos reiterados e alarma social co que a comarca xa cumpliría estas premisas».
Proporcionar alimentación
El día 30 de octubre es la fecha de una próxima reunión con la directora de Conservación da Natureza a la que le plantearán asimismo la necesidad de recuperar una práctica tradicional en Galicia durante mucho tiempo que era dejar reses muertas en el monte para proporcionar alimento a los lobos. Quieren que se recupere esa práctica, que se suspendió hace años a causa de las vacas locas, pero «con criterios científicos e técnicos».
Xacobo Feijoo, secretario nacional de Desenvolvemento Rural de UU. AA., recordó que «xa se fai cos buitres dende fai anos e con outros tipos de fauna baixo a normativa europea e a estatal o igual que en otras comunidades co cal tamén se pode facer aquí». Santalla pone el acento en el hecho de que «nunca acordamos que o lobo atacara ás vacas e estase achegando dun xeito perigoso ás casas», destacando el daño psicológico que causa a los animales, además del económico.