El Obispado dice desconocer el estado ruinoso del templo de Palio

javier benito / rocío ramos LALÍN / LA VOZ

DEZA

miguel souto

La Diócesis se escuda en que no recibió ninguna advertencia del párroco

01 jun 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

El SOS lanzado por Hispania Nostra esta semana, incluyendo a la iglesia protorrománica de Santa Eulalia de Palio (Lalín) en la lista roja de monumentos en peligro en nuestro país, se recibió con tibieza por Obispado y administraciones públicas. Mientras la Dirección Xeral de Patrimonio Cultural todavía no se pronunció sobre el estado ruinoso de este ejemplo único de arquitectura religiosa en Deza, desde la Diócesis de Lugo aseguran desconocer esa situación. Y el Concello de Lalín apuntó la existencia de negociaciones con la Xunta, sin establecer plazos, para acometer un proyecto de restauración. Eso sí, son los únicos «conscientes» del deterioro prácticamente ya irrecuperable del templo, pero descargan también la responsabilidad en la Iglesia, su propietaria.

La Diócesis lucense, a través de su delegado de Patrimonio, Miguel Gómez, dijo desconocer el ingreso de Santa Eulalia de Palio en la lista roja de Hispania Nostra y, por tanto, su estado de ruina y de desplome definitivo. La mecánica para actuar requiere previamente un aviso por el cura de la parroquia, que comunica las necesidades en los templos antes de valorar el orden de prioridades y la capacidad económica para afrontar posibles restauraciones. Desde Rodís, parroquia a la que está adscrita Santa Eulalia de Palio desde hace décadas, no se recibió ninguna notificación.

Consulta a los vecinos

La parroquia de Rodís está a cargo de José Ramón Pena Taboada desde hace año y medio. El cura tomaba el testigo de Samuel Fondevila, quien no le comunicó la existencia de la iglesia de Santa Eulalia de Palio y mucho menos ese estado ruinoso. La falta de culto desde hace tanto tiempo puede estar detrás de ese olvido. Pena Taboada, tras ser advertido ayer por esta Redacción del deterioro del templo, anunció su intención de consultar con los vecinos y visitar el inmueble, para evaluar después cómo actuar.

El párroco de Rodís afirmó que siempre intenta gestionar actuaciones para el mantenimiento de los templos a su cargo. Precisamente este año se pidió ayuda para cambiar la cubierta de la iglesia de Val, obra ya ejecutada, y se está pendiente de conseguir permiso de Patrimonio para su encintando interior. Por ahora les fue denegado dos veces.

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