Los afectados fueron una carnicería, una frutería y una clínica
07 jun 2013 . Actualizado a las 07:00 h.De nuevo ayer varios establecimientos de la zona se encontraron al llegar a trabajar con que de las puertas se habían fugado los bombillos y los ladrones habían entrado. Ocurrió en dos establecimientos de Lalín, al que hay que sumar un tercero en el que retiraron el bombillo pero se fueron sin entrar quizás alertados por la presencia de alguien en la calle.
A las siete de la mañana los propietarios de una frutería ubicada en la Nacional 525 a la salida de Lalín alertaban a la Policía Local. Los ladrones, al parecer, según explicaban los agentes forzaron la puerta de entrada y se llevaron unas monedas que se calculaban en unos veinte euros.
A las 8.30 horas el propietario de la carnicería Hermida, ubicada en las galerías Pelayo en plena calle Principal se encontraba con la puerta abierta. Los ladrones retiraron los bombillos de la puerta principal y de una lateral y cogieron las monedas de cambio que encontraron en la caja y que el dueño calcula sumaban entre cuarenta y cincuenta euros. Esta es la segunda vez que entran en el establecimiento de forma similar.
En Lalín también forzaron la puerta en Agrosilva, en la rúa Rosalía de Castro, pero según la propietaria no llegaron a entrar. También en este caso era la segunda vez que los ladrones llevaban a cabo esta actuación, aunque la última vez al parecer si entraron.
Se cree que en todos los casos se trataba de las mismas personas que realizaron un recorrido nocturno de robos. Los de Lalín no fueron los únicos establecimientos asaltados
En Silleda ocurrió los mismo en la clínica Daniel de fisioterapia ubicada en el barrio do Campo, en la rúa Trasdeza a la entrada de Silleda. Al parecer de allí se llevaron dinero en metálico, un ordenador y una cámara.
Los comerciantes pedían ayer justicia y un castigo para los ladrones, a la vez que mostraban sus quejas por el hecho de que, como apuntaba uno de ellos, «collennos unha, dúas e vinte veces e entran por unha porta e saen pola outra».
En Dozón, la noche anterior fue asaltado un bar. Allí se hacían eco de la falta de falta de tráfico en la nacional por la noche que proporciona más impunidad a posibles asaltantes.