El ejemplo de Vidal Payo

La Voz

DEZA

13 abr 2002 . Actualizado a las 07:00 h.

Afortunado. Seguramente así se considera José Luis Ferreiro Diéguez, alias O Vila, canteiro de Lalín que durante ocho años estuvo trabajando codo a codo con el escultor Vidal Payo en su taller. Vila mismo explica «trabajar con él fue el motivo que me hizo seguir, porque vi cosas que me gustaron más, llamaban más la atención y me fui animando». Entre las cosas que Vidal Payo le enseñó está el sistema para obtener una forma de la piedra. Nada de pantógrafos como se usa en las escuelas de canterías. Sino ir «directo a la pieza, a lo que quiero sacar, por escala o por lo que sea, simplemente con un dibujo o una foto». El maestro escultor le explicó a su alumno «a lo mejor el primero es más complicado de conseguir porque tienes que ver la pieza hecha dentro de la piedra. Tienes que echarle imaginación».Para Vila, esta técnica en un principio no resultó fácil, pero al final, logró acostumbrarse. Relacionada con ese sistema particular de empezar el trabajo sea la anécdota que el cantero recuerda de su antiguo compañero. Lo que «Vidal solía contestar a los clientes cuando preguntaban, ¿esto es muy difícil de hacer?. Él decía no, esto es fácil, esto ya está hecho ¿cómo que está hecho? Sí, está hecho, le sacamos lo que le sobra y ya está», cuenta Vila entre risas.