El protagonismo del argentino en ataque y defensa guio al Dépor
04 nov 2013 . Actualizado a las 17:15 h.El Dépor se agarró ayer a su jugador más talentoso para disfrutar de la victoria más plácida de la temporada. Pocas veces un jugador será capaz de protagonizar el partido de su equipo de esta manera. Culio capitaneó, casi en exclusiva, los mejores momentos de su equipo frente a un Castilla sin mordiente y al que el león argentino se merendó sin rubor. Vertical en ataque, donde siempre tuvo las ideas claras para atacar la meta rival, y sacrificadísimo en defensa, se ganó la ovación final del público.
Mediocentro
Una apuesta por la posesión del balón
Frente a un rival atado a la posesión y que solo sufrió cuando el Dépor logró arrebatársela, Álex Bergantiños llegó a incrustarse entre los centrales para sacar el balón jugado. La decisión solo salió bien a ratos, pues los coruñeses la combinaron con un sinfín de imprecisiones en los pases, especialmente Rudy.
Carácter
La raza que Marchena y Culio imprimen a sus compañeros
Las pérdidas de balón deportivistas no se paliaron hasta que Culio asumió el mando. El argentino, todo carácter y calidad, acabó jugando por todo el campo e imprimió de fuerza a todos sus compañeros. Fue tan común verlo al borde del área del Castilla como retrasado a la posición de mediocentro para iniciar el juego.
Extremo
La novedad de Luisinho a banda cambiada
Fernando Vázquez optó por el 4-4-2, pero descartó a Teles para incluir en las bandas a dos especialistas. De inicio alineó a Rudy por la derecha y a Luisinho por la izquierda, aunque cambió sus posiciones a raíz del primer gol deportivista. Este lance llegó en una falta que Luisinho sufrió en un cambio de banda y hasta su sustitución siguió ahí. A falta de centros, ofreció velocidad y contuvo con solvencia a Lucas Vázquez, el veloz extremo del Castilla.
Variación
Más jugadores en ataque tras el descanso
El paso por los vestuarios transformó al Dépor sobre la pizarra, pues pasó al 4-1-4-1 que había utilizado en las últimas jornadas. La decisión suponía un paso adelante para el Dépor, que buscaba descargar más juego por las bandas y, al mismo tiempo, mantenía a Culio al frente de todas las operaciones del equipo. Sin embargo, al margen de las acciones del argentino, el Dépor apenas se asomó a la portería rival.
Ansiedad
El gol más deseado por Luis Fernández
El canterano volvió a disfrutar de la recta final del partido en Riazor. Esta vez sustituyó a Borja, quien no ofreció su mejor versión, y se situó como único atacante. Tan ansioso por marcar desde que arrancó la temporada que había acabado llorando el último partido en casa contra el Zaragoza, esta vez se resarció. Marcó en su única acción en el área, donde la pasada temporada en el Fabrilo había demostrado ser letal.
Retaguardia
Mejor en defensa y en la estrategia
El Dépor volvió a triunfar desde la defensa, pues no le hicieron ni una ocasión de gol. En esta faceta destacó especialmente en la segunda parte, cuando el Castilla ni siquiera se acercó a su portería más que a ráfagas. De los cuatro córneres que el filial le había tirado antes del descanso, apenas recibió dos más en los segundos 45 minutos. Y tampoco hubo faltas laterales ni al borde del área.