El polaco, feliz y ambicioso: «Lo importante de cada partido es ganarlo»
04 oct 2013 . Actualizado a las 17:42 h.«Son dos mundos distintos. En Polonia tienes que correr, pelear todo el rato, presionar. Aquí todo el rato es tener la pelota, jugar la pelota». Menos de dos meses ha tardado Cezary Wilk en cambiar por completo el chip y adaptarse al Deportivo. No hasta el punto de poder dar su rueda de prensa en castellano -en su presentación pidió un trimestre de plazo-, pero con ayuda de una traductora pudo explicar cómo percibe su situación y la del equipo siete partidos después.
«He tenido que aprender rápido. Necesito jugar para irme adaptando», explicó el ex del Wisla. Los beneficios del rodaje han sido evidentes. Se perdió el duelo en Las Palmas y cuando por fin se estrenó, frente al Córdoba, fracasó como acompañante de Bergantiños. Aquel día, Vázquez decidió adelantar la posición de Juan Domínguez y el Deportivo apenas creo juego. A Wilk le falta visión y toque, pero su entrega es indiscutible. «Ahora estoy mejor que en los primeros partidos. Conozco mejor al equipo y los jugadores», señaló el centrocampista, confirmando que el rodaje le está sentando bien.
Ya lo demostró en Alicante el pasado domingo, convertido en una de las razones de la cómoda victoria sobre el Hércules. «Estamos en el buen camino, con esta racha de dos triunfos -valoró-, ahora espero que continuemos así».
El entendimiento con Juando
Su crecimiento ha sido posible gracias a una carambola. La ausencia de Kaká reubicó a Bergantiños en el centro de la zaga y permitió al 20 compartir la medular con Juan Domínguez. Con el naronés sí mezcla bien, aunque el entendimiento verbal no sea el idóneo ya que Juando «habla poco inglés». Un problema no muy extendido en el vestuario, para fortuna de este futbolista de 27 años que firmó por dos campañas con el Deportivo. «El inglés es popular entre los jugadores y estoy aprendiendo castellano con una profesora maravillosa», proclamó ayer en la sala de prensa de Riazor.
Allí se declaró enamorado de A Coruña -«Es una gran ciudad para vivir»-, desveló que el polaco es una gran ventaja a la hora de protestarle al árbitro -«A veces les digo cosas, pero nadie me entiende»-, hizo gala de ambición -«Lo importante de cada partido es ganarlo»- y hasta se lanzó con su primera exhibición de populismo en castellano: «¡Forza Dépor!».