En Estados Unidos, a Jorge seguro que le irá bien una vez que supere la zona de riesgo, que es el inicio en el supercrós, con la presión añadida de quien tiene dotes y se presenta como campeón del mundo de MXGP. Tiene que quitarse esa tensión y tener el aplomo que exige adaptarse a una moto en la que la diferencia en las suspensiones es brutal, sabiendo que, para Kawasaki, Jorge es una apuesta a largo plazo. En el supercrós hay mucho contacto, muchos hachazos y a esto también se deberá acostumbrar. No van a ir a cortarle la trayectoria, como le pasaba en Europa, le irán a dar directamente. Hay muchos rivales que hacen eso. Es su trabajo, se juegan mucho dinero.
Jorge estará percibiendo ya esa diferencia. No solo Jett Lawrence, que es el actual campeón, cualquier piloto importante genera mucho dinero en publicidad. Allí vas por las carreteras y los ves en las vallas, como si fueran los futbolistas de aquí. Estoy convencido de que el éxito le vendrá pronto. Puede que no esté como Lawrence el primer año, pero va a estar dando guerra arriba seguro. Además del talento que ya se le veía desde pequeñito, el éxito de Prado es la perseverancia. No hay muchos que trabajen lo que él. Otros pilotos necesitan oxigenarse de alguna manera. A Jorge le das una moto y un circuito y no necesita más. Y tiene un coco muy, muy duro. Siempre le digo que cuide esa cabeza que tiene, que es un privilegio.
Román Pérez es piloto de motocrós y fue monitor de Jorge Prado en sus inicios